La inflación en la Argentina es una constante preocupación de millones de familias -con o sin ingresos fijos- por el impacto que produce en la calidad de vida. Quienes son asalariados, ven cómo se reduce mes a mes el poder adquisitivo por el constante incremento de precios de los productos de la canasta básica familiar.
Ayer, el Gobierno nacional decidió ratificar el programa “Precios Cuidados” y les aplicó un 4,8% de incremento para la renegociación con los supermercados, hipermercados y mayoristas.
A los alimentos y bebidas en el listado de 670 artículos, incorporó en el programa nuevos productos, como máscaras protectoras de plástico por la pandemia.
Sin embargo, aunque en cada renovación de “Precios Cuidados” se termine dando la misma mirada minimizada de federalismo, en Misiones queda acotado el plan a Posadas, desatendiendo a los restantes 76 municipios donde viven miles de misioneros que deberían tener la misma posibilidad de comprar esos productos.
Así como los provincianos se quejan de la concentración de beneficios y tarifas más baratas en el AMBA que en Misiones -llamadas asimetrías internas- en los municipios se termina dando exactamente esa misma diferencia que excluye.
Algún día, el país mirará de modo diferente a la población que está fuera de las capitales provinciales. Ni siquiera sumaron a los comercios de otras grandes ciudades misioneras.
Hace falta esa mirada distinta. Porque hasta los ingresos de los trabajadores de Posadas suele ser un poco mejor que en otras localidades.
Bienvenidos los “Precios Cuidados”, pero para todos y todas. Porque sino trasladarse hasta Posadas para conseguirlos, termina incrementando el valor del proceso eliminando el supuesto beneficio.