Gradualmente el sistema de almacenamiento, potabilización y distribución de agua potable en Puerto Iguazú comenzó a normalizarse en la tarde de ayer, tras una suba considerable del caudal del Paraná.
La esperanzadora situación permitió poner en actividad una de las bombas de la balsa de contingencia con la toma flotante instalada por el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS). No obstante, más allá de los cambios en el río, muchos de los barrios afectados por el corte abrupto del servicio -durante todo el feriado largo por Semana Santa- volverán a tener agua potable recién a partir de esta tarde.
“Estimamos que la situación se va a normalizar el martes (por hoy). Pudimos encender uno de los equipos, pero arrancan, trabajan unos minutos y paran, porque le están ganando al agua que entra. Igualmente es un gran avance”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el director del IMAS en Iguazú, Ulises Espinoza.
“Es cuestión de tiempo. Si tenemos suerte y el río sube un poco más vamos a poder encender un segundo equipo y podríamos comenzar a trabajar al 90% de nuestra capacidad”, apuntó el funcionario.
Para poder llegar a ese estado el río Paraná debe alcanzar un nivel de altura de 6 metros y ayer, había tocado los 4,8 metros y seguía creciendo.
Visita y contingencia
El ministro de Turismo, José María Arrúa, visitó ayer al mediodía las instalaciones de la toma para interiorizarse de la situación y conocer el grado de complejidad. Mientras tanto, para llegar con agua a algunos de los sectores más afectados por el desabastecimiento, brigadistas del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Puerto Iguazú cargaron agua procesada desde la planta para llevarla a distintos puntos.
Por otra parte, y a título personal, vecinos del lugar también pudieron abastecerse con el apoyo de camionetas, ya que principalmente el agua que trasladaron los brigadistas era para proveer a los hospitales. De hecho, algunas escuelas debieron suspender las clases a raíz del corte.
“Bomberos llegaron a los barrios que no tienen red, como el barrio San Juan, situado cerca del basural, la gente la retiraba en tachos y baldes. Lo cierto y concreto es que la población de Iguazú pasó este lunes sin agua”, contó a este Diario una de las vecinas autoconvocadas en el reclamo por el agua, quien en la jornada de ayer volvió a manifestarse para reclamar soluciones de fondo.
Como medida de protesta hubo una marcha de silencio desde la sede del IMAS hasta el edificio municipal con carteles y consignas.
Bajante pronunciada
Según se desprendió de un relevamiento informal de este Diario sobre la posible afectación por la bajante del río en otras localidades, pudo saberse que, aunque fue notable el cambio en el Paraná, el cierre de las compuertas de Itaipú no incidió en el servicio de agua potable de ciudades cercanas a la Capital del Turismo.
En Eldorado fue visible la transformación del arroyo Piray Miní; no obstante la toma funcionó de acuerdo a sus parámetros normales. En redes sociales, un emprendedor turístico de la zona expresó su enojo por la maniobra en la represa brasileño-paraguaya.
“En sólo unas horas el arroyo Piray Miní bajó metro y medio y provocó inconvenientes a la fauna íctica, de la costa y a la navegación”, señaló el empresario dueño del emprendimiento Cueva Miní acompañando sus palabras con una foto más que elocuente de la bajante.
Aunque por otras razones, una situación parecida se vivió durante el fin de semana en el Salto Capioví, donde fue imposible apreciar la belleza de la caída del agua en el camping principal.
“Cuando la seca es muy pronunciada y prolongada repercute en el salto. El caudal del arroyo Capioví es relativamente bajo. No obstante, a mil metros del camping se encuentra la toma de agua de la cooperativa que provee al municipio y no se manifestaron inconvenientes”, fue la respuesta del intendente, Alejandro Arnhold.
“En verano tuvimos que declarar la emergencia hídrica, pero en estos momentos dentro de todo estamos bien y trabajando en conjunto con el Gobierno de la Provincia para avanzar con las obras para contar con una toma en el río Paraná”, manifestó.