El 1 de abril se celebra el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo (si cae en día no laborable, se traslada al primer jueves del mes) desde 1996 en Estados Unidos, creado por la empresa Playfair.
En Argentina ya había alcanzado gran cantidad de adeptos para 2001, y los empleados concurrían a trabajar con disfraces temáticos. Pero los festejos fueron declinando después de la crisis.
Recién en 2008 comenzó a recobrar auge, justo el año en que más se popularizó y masificó en España gracias a los creadores de la organización “Humor Positivo”:
Desde entonces son muchas las empresas y trabajadores que celebran este día con diversas iniciativas que fomentan la diversión en el lugar de trabajo. Claro que la pandemia y el teletrabajo “obligatorio” trastocó muchos planes, tanto el año pasado como este. Habrá que encontrar fórmulas alternativas.
¿Para qué?
El objetivo de este día es defender que la diversión en el trabajo es totalmente compatible con la profesionalidad y que el buen humor ayuda a tener una mayor productividad, ya que fomenta la creatividad y ayuda en la toma de decisiones. Trabajar en un ambiente positivo nos libera del estrés y hace que todo fluya más fácilmente.
Incluso en tiempo de crisis, no hace mal poner una nota de humor en el trabajo, ya que ayuda a relativizar los problemas y a alcanzar los objetivos que nos fijemos. El humor reduce el estrés y potencia la motivación y la creatividad.
¿Qué hacer para celebrar este día?
Los creadores de Humor Positivo proponen diversas actividades que se pueden hacer para celebrar el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo, como sesiones de papiroflexia, una competencia de corbatas (o cualquier otra prenda de vestir) “menchas” o un mural con fotos de los trabajadores cuando eran bebés con una quiniela para acertar quién es quién.
Pero la realidad es que las medidas para asegurar la diversión en el trabajo deben ser constantes para que den los mejores resultados.