Mientras el sector tabacalero comenzará hoy con el acopio en las bocas que se encuentren en condiciones de hacerlo antes del feriado largo de Semana Santa, el sector yerbatero espera el laudo nacional cuando quedan apenas tres días para el inicio de la zafra gruesa el 1 de abril.
De esa decisión, al no haber consenso unánime en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, dependen miles de productores, decenas de secaderos y la industria de la molinería que forman parte de la cadena misionera y correntina.
En la última reunión que mantuvo el titular del INYM, Juan José Szychowski, con el ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, el tema habría estado en agenda aunque el misionero evitó expedirse con este Diario sobre la cuestión.
En el sector productivo hay pocas expectativas de que un laudo nacional sea beneficioso en los términos que pretendían llevar los precios para esta zafra que comienza en la semana. En especial, cuando la inflación sigue sin estar controlada y el Gobierno tiene como uno de los grandes problemas el control de los precios.
Pero, sin una reforma a la legislación vigente, con un director que no acompañe las decisiones de los otros, siempre se terminará en lo que decidan desde los escritorios de la Ciudad de Buenos Aires.
A diferencia de laudos anteriores, la escasez de hoja verde de yerba mate que existe hizo que el precio mejore considerablemente los fijados por el INYM.
La “ley de oferta y demanda” resultó mucho mejor para los productores que la fijación de precios oficiales. Incluso, también a diferencia de años anteriores, han mejorado las condiciones de pagos.
En el sector yerbatero creen que en las próximas horas habrá novedades. Todos los eslabones de la producción han hecho llegar a las oficinas porteñas sus estudios de costos y pedidos de lo que consideran un precio justo para la etapa que se viene.
Cuando se conozca la resolución del laudo, se podrá ver qué interpretación hicieron las autoridades nacionales de esas posturas.
Lo que no se puede dudar es que los costos han subido para todos. Y que los productores merecen seguir en esta “ola” beneficiosa que se inició hace apenas un tiempo, después de “remarla” en peores condiciones.
Desde el Gobierno debe existir una visión más justa para ese sector productivo que sigue apostando al fortalecimiento de las chacras. Porque Misiones ya conoce lo que fue el éxodo a las zonas urbanas, cuando no se reconoció la labor agraria.