Cuando el SARS CoV-2 se desató allá por diciembre de 2019 en China, nadie entendía mucho y pronto, cuando empezó a expandirse a distintos lugares del planeta, se empezó a popularizar el término coronavirus.
Llegado el 11 de marzo de 2020 y la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, no sólo el virus sino también la demanda de información acerca de él se disparaba a índices inauditos: hace un año, la búsqueda del término “coronavirus” estaba en su “pico” máximo.
Así lo refleja la herramienta Google Trends, que contempla todas las búsquedas realizadas por los usuarios de ese motor a lo largo del tiempo: el “100”, que marca el momento de mayor actividad relativa, se sitúa en la semana del 15 al 21 de marzo.
A partir de abril sin embargo, la curva de interés -al contrario que la enfermedad- se comenzó a aplanar, y desde mayo se dio un segundo fenómeno: el nivel de búsquedas sobre “coronavirus” se equiparó al del término “COVID-19” para referirse a ello.
El momento exacto en que “COVID-19” empezó a ser más rastreado en Internet que “coronavirus” varía en el mundo. A nivel global fue en agosto y se sistematizó en noviembre:
En Argentina, donde en abril se acusó un repunte de búsquedas por la llegada masiva de casos y muertes, el predominio de “COVID-19” se postergó hasta octubre:
Y en Misiones, donde llamativamente se registró a comienzos de este año un fuerte “rebote” de demanda de información sobre la enfermedad, sólo a fines de 2020 se consolidó el predominio de uso de “COVID-19” por sobre el de “coronavirus”:
En los tres casos, las curvas reflejan cómo hoy el interés por el SARS CoV-2 (o por lo menos las búsquedas en Internet, cosa que podría derivar también de la profusión de fake news y la consiguiente tendencia a informarse a través de sitios específicos y no en consultas generales) ha decaído hasta un 90% con respecto a un año atrás. Y el término ampliamente dominante es “COVID-19”, que en algunos casos llega a duplicar el volumen de “coronavirus”.