Los testimonios, las pruebas y evidencias, los dos días de fuga y sus antecedentes penales habrán pesado más que sentarse en el banquillo de los acusados del Tribunal Penal 1. Como recuerdo o jugada del destino para Teodoro Lukasiewicz (67) se podrá remarcar que firmó ayer su condena de prisión perpetua por matar a su pareja Laura Liliana Toth (56), en el Día de la Mujer y a casi dos años y medio de haberla asesinado de un puntazo en la espalda frente a la vivienda de sus padres en el barrio 25 Viviendas de Gobernador Roca.
En audiencia de visu realizada por videollamada entre la Unidad Penal VI de procesados del Servicio Penitenciario Provincial y las dependencias de la Fiscalía del TP-1, que encabeza Martín Alejandro Rau, “Doro” Lukasiewicz aceptó la propuesta de suspensión por juicio abreviado y firmó con el acuerdo de su defensor particular, Ricardo de la Cruz Rodríguez, la única condena posible que enfrentaba ante la acusación de “homicidio calificado por el vínculo”, previsto por el artículo 80, inciso 1 del Código Penal Argentino.
El procedimiento a distancia impuesto por las contingencias de la pandemia de COVID-19, se realizó ayer por la mañana. Lukasiewicz escuchó las explicaciones y alcances de la decisión que luego rubricó y que determinarán, en cuanto homologue el Tribunal Penal 1 el acuerdo, la ejecución de la sentencia.
De acuerdo a la elevación a juicio del femicidio, determinada por el entonces juez de Instrucción 7, Carlos Jorge Giménez, el sábado 18 de agosto de 2018 a las 10.15, Lukasiewicz dialogaba con su suegra Tiburcia Benítez en la vivienda de ella en el barrio 25 Viviendas, calle Los Inmigrantes 24, de Gobernador Roca.
La dueña de casa intentó calmarlo y que finalizara sus constantes reclamos y acusaciones de infidelidad hacia Laura Toth. Lejos estuvo de lograrlo, porque el violento ingresó a la cocina, tomó un cuchillo casero, similar a un machete de hoja oxidada y mango de madera, se lo ocultó en la cintura y salió imperativo y ordenando a su concubina que volvía con él, que debía acompañarlo. Laura atemorizada no quiso y se alejó hacia la vereda del hogar materno.
Pero Lukasiewicz la tomó de un brazo para llevarla y artero le clavó el cuchillo en la espalda a la altura del pulmón izquierdo. Las últimas palabras de la víctima fueron gritos desesperados: “¡Me hincó, me hincó!”. Laura Toth cayó tendida al suelo tomándose la zona de la herida frente a la vivienda contigua a la de sus padres. El ataque le produjo una hemorragia interna profusa, el shock hipovolémico y muerte llegaron en cuestión de segundos.
No hubo ninguna reacción solidaria ni de arrepentimiento de “Doro”. Huyó, corrió y durante 48 horas fue buscado por investigadores policiales de la Dirección Homicidios y de la Unidad Regional IX de Jardín América. Fue aprehendido y guardó silencio ante el juez de Instrucción.
Testigos lo vieron cometer el crimen, oyeron los gritos y las discusiones previas. No fue sólo el relato de Tiburcia lo que lo llevó a prisión.
El femicidio conmovió a Roca, a 70 kilómetros de Posadas, pero no tardó en trascender a la provincia a través de redes sociales. Se advirtió rápidamente que el presunto autor del ataque que buscaban en el monte acarreaba una condena por homicidio, perpetrado varios años atrás, durante la noche del 5 de octubre de 1985 frente a una despensa de colonia Roca Chica donde mató de un disparo a Ramón Valentín Zárate (44).
Una de las hijas de esta víctima resumió a PRIMERA EDICIÓN el espanto que le causó enterarse que Lukasiewicz volvió a asesinar: “Sentimos que volvió a matar a nuestro papá”.
Puñalada artera
Lukasiewicz ingresó a la cocina, tomó un cuchillo casero, se lo ocultó en la cintura y salió ordenando a su concubina que lo acompañara. Ella quiso alejarse, pero la tomó de un brazo y le clavó el cuchillo en la espalda.