A menudo escuchamos hablar de la recesión en Argentina e inmediatamente asociamos el fenómeno económico con una crisis de altos valores negativos. No es para menos, el país vive de recesión en recesión y los ciudadanos hemos aprendido, en menor y mayor medida, a sobrellevar estos procesos. No por ello debemos acostumbrarnos, nadie está condenado a vivir en crisis, mucho menos al éxito. Paralelamente a los procesos recesivos sumamos inflaciones exponenciales desarrollando cíclicos combos explosivos que se dirimen en crisis políticas y sociales de variada intensidad.
Más allá de los matices partidarios o las inclinaciones ideológicas, describiremos en este artículo al fenómeno de la recesión, sus implicancias y sus antecedentes pasados y actuales en el país… porque comprender el contexto histórico y contemporáneo es, sin lugar a dudas, el primer paso para romper con la inercia gubernamental que nos lleva, período tras período, a caer en una recesión.
De qué se trata
En tiempos de crisis económica el término se utiliza con frecuencia, pero hay factores deben darse por un tiempo determinado para que se produzca una recesión técnica.
Básicamente se trata de un período mayor a doce meses durante el cual el porcentaje de crecimiento del Producto Interior Bruto de una economía es negativo. Sin embargo también se considera así cualquier decrecimiento continuado de la actividad económica por dos o más trimestres consecutivos. Otros síntomas que hacen pensar en una recesión son el aumento del desempleo, la disminución del consumo y el aumento de la mora en los créditos. Respecto a la última recesión que viene sufriendo Argentina, hay que decir que estos factores suceden desde hace por lo menos tres años con lo que se puede afirmar sin temor a equivocarse que el país atraviesa una profunda recesión.
Argentina bate récords… pero ya no es ninguna sorpresa
La primera recesión global de la que hay registro se produjo en 1876. En los últimos 150 años, el mundo sufrió catorce recesiones y se espera que la causada por la pandemia del nuevo coronavirus sea la cuarta peor, según analizó el Banco Mundial.
Para el organismo, la turbulencia económica resultante de la crisis sanitaria sólo sería superada por las crisis que ocurrieron al comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914, en la Gran Depresión, en 1930-32, y después de la desmovilización de las tropas tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945-46.
En Argentina, en tanto, la cuestión está más arraigada. Un reciente análisis del Instituto de Desarrollo Social (IDESA) señaló que en los últimos sesenta años el país pasó por al menos catorce períodos recesivos y advirtió que esa extendida inclinación por caer en una recesión se fue agravando con el paso de las décadas.
“En el 40% de los años de las últimas seis décadas el PBI per cápita se redujo. Desde 1988 hasta la actualidad se produjeron ocho de los catorce episodios recesivos. En los últimos diez años, seis registran caída en el PBI per cápita. Esto explica el estancamiento del PBI en la última década. La regla es que los ciclos expansivos rápidamente abortan en crisis y éstas son cada vez más frecuentes”, explica el informe de IDESA. En base a datos del PBI por habitante, la entidad clasifica las recesiones de la siguiente forma:
• Ocho episodios duraron sólo un año y ocurrieron en 1966, 1978, 1985, 1995, 2009, 2012, 2014 y 2016.
• Tres episodios duraron dos años consecutivos y se presentaron en 1962-1963, 1975-1976 y 1981-1982.
• Tres episodios duraron tres o más años: la hiperinflación de 1988-1990, la caída de la convertibilidad entre 1999 y 2002 y la crisis actual que arrancó en 2018.
Jorge Colina, economista de IDESA, identificó un factor común en los catorce períodos recesivos, algo que no deja de ser llamativo teniendo en cuenta que durante esas décadas los contextos globales fueron diversos y los gobiernos argentinos fueron de distinta ideología y partido. “Existe un factor que se mantiene constante en los últimos 60 años y es el déficit fiscal. Siempre el Estado gasta por encima de lo que debe y eso deriva en una de dos situaciones: alta tasa de inflación o alto nivel de endeudamiento. A la larga, por cualquiera de esas dos vías, la economía cae en una recesión,” explicó. “Con independencia del color político, cuando un Gobierno recibe un país en recesión, se hace un ajuste de las cuentas fiscales. Pero en cuanto empieza a crecer, se engolosina y empieza a gastar”, advierte el economista.
Los datos históricos describen la propensión del país a caer en recesiones y su aceleración en el tiempo. Desde 1988 hasta la actualidad se produjeron nada menos que ocho de los catorce episodios recesivos descriptos. De los últimos diez años, seis registran caída en el PBI per cápita.
Las consecuencias se dejan ver fuertemente en el deterioro del tejido social. Aumenta la pobreza, faltan viviendas e infraestructura, decae el sistema de salud y el educativo. Todo ello traccionado por mediocres desempeños gubernamentales.
La de estos días
Nada nuevo hay en afirmar que la economía de Argentina tuvo uno de sus peores desempeños históricos como consecuencia de los drásticos efectos de la pandemia y su cuarentena. El fenómeno no hizo más que profundizar el drama que ya era grande a partir de 2018 e incluso antes. Pero el país no sufría un golpe económico tan duro desde 2002, cuando el PBI se desplomó en un 10,9 % por los efectos de la conocida crisis del “corralito”.
En la previa de esa crisis, allá por diciembre de 2001, el Gobierno instauró un corralito bancario en que los depósitos de la gente quedaron atrapados en las entidades. Hubo una posterior devaluación del peso, los ahorros se esfumaron y los bancos no respondían a los clientes.
Casi dos décadas después, en 2020 la economía argentina registró una contracción similar, del 10%… la pandemia extendió así una recesión que ya completaba dos años.
Previo a la crisis sanitaria, el país ya exhibía un tejido productivo golpeado, un consumo en caída libre, una fuerte inestabilidad financiera, una alta inflación y un elevado endeudamiento externo. Ese contexto hizo que la crisis derivada de la pandemia se cebara con Argentina y la expusiera como el integrante del G20 con la mayor recesión en 2020.
La recuperación, por tanto, también será compleja y distante de la que exhibirán otros países. En el análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, Argentina crecerá 3,7% en 2021 y 4,6% en 2022. A cierre de ese año, el PIB quedará a 3,5 puntos porcentuales del nivel precrisis. De ser así, Argentina llegará a 2022 sin haber recuperado los valores previos a la pandemia.
Recesiones en el mundo en 150 años
1) 1876 (contracción del 2,1%)
La recesión de 1876 se debió al llamado pánico de 1873, una grave crisis financiera que desencadenó una depresión en Europa y América del Norte que duró hasta 1879. Sus causas son variadas, pero tienen que ver, entre otros factores, con la inflación estadounidense, las inversiones especulativas desenfrenadas (predominantemente en ferrocarriles), la desmonetización de la plata en Alemania y Estados Unidos y la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871).
2) 1885 (contracción del 0,02%)
La contracción de la economía global en 1885 está directamente relacionada con la recesión estadounidense que fue desde 1882 a 1885. Con 38 meses de duración, fue la tercera recesión más grande en Estados Unidos, después de la Gran Depresión de 1929 y la Gran Depresión de 1873.
En mayo de 1884, el colapso de una correduría, Grant y Ward, causó un desplome generalizado en el mercado de valores del país, afectando severamente la economía estadounidense.
3) 1893 (contracción del 0,8%)
La crisis de 1893 fue una depresión económica severa en Estados Unidos que terminó en 1897, afectando profundamente a todos los sectores de la economía y desencadenando problemas políticos.
Por primera vez, el nivel de desempleo en Estados Unidos superó el 10% durante más de media década.
Vale la pena recordar que el período que duró desde 1873 hasta 1879 o 1896 (dependiendo de la métrica utilizada), fue apodado en el momento como “Gran Depresión” y mantuvo ese nombre hasta la otra Gran Depresión de 1930. Afectó particularmente a Europa y Estados Unidos.
Aunque fue un período de contracción económica y deflación generalizada, no fue tan grave como la crisis financiera de 1930.
4) 1908 (contracción del 3%)
El pánico de 1907 fue la primera crisis financiera mundial del siglo XX, solo superada en gravedad por la Gran Depresión de 1930. Esta recesión creó un importante legado, ya que estimuló el movimiento de reforma monetaria que condujo al establecimiento de la Reserva Federal, el banco central estadounidense.
Los economistas argumentan que las lecciones del pánico de 1907 cambiaron la forma en que los banqueros de Nueva York percibieron la importancia de un banco central porque el pánico se instaló principalmente entre compañías fiduciarias, instituciones que competían con los bancos por los depósitos.
5) 1914 (contracción del 6,7%)
La recesión de 1914 coincide con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Los economistas dicen que esta contracción, aunque severa, fue eclipsada y olvidada por otra crisis, la diplomática, que causó el primer conflicto global de la historia. A medida que la confrontación se hizo cada vez más inminente, el miedo en los mercados globales desencadenó un gran pánico financiero.
Los inversores, temiendo que no se pagarían sus deudas, retiraron acciones y bonos en una carrera por dinero, lo que en ese momento significaba una carrera por el oro.
La Bolsa de Londres reaccionó y cerró el 31 de julio, permaneciendo así durante cinco meses. El mercado bursátil de Estados Unidos también cerró el mismo día y estuvo sin operaciones cuatro meses. Más de 50 países experimentaron algún tipo de agotamiento de activos o ejecución bancaria.
6) 1917-1921 (contracción del 4,4%)
La recesión de 1917 a 1921 ocurrió al final de la Primera Guerra Mundial, cuando el mundo todavía se estaba recuperando del daño causado por la confrontación.
7) 1930-1932 (contracción del 17,6%)
Considerada la peor recesión económica del sistema capitalista del siglo XX, la Gran Depresión, también conocida como la Crisis de 1929, comenzó ese año con el colapso de la Bolsa de Nueva York. Varios países del mundo sufrieron los efectos devastadores de este cataclismo financiero.
El 24 de octubre de 1929 se considera su principal punto de referencia porque, ese día, los precios de las acciones en la Bolsa de Nueva York se desplomaron dramáticamente.
El colapso del mercado de valores se conoció como “Jueves negro”. Miles de accionistas lo perdieron todo de la noche a la mañana.
Este colapso aceleró drásticamente los efectos de la recesión existente, causando el cierre de empresas e industrias y forzando despidos masivos.
8) 1938 (contracción del 0,5%)
La recesión comenzó en 1937 durante la recuperación de la Gran Depresión.Según la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, esta contracción, que ocurrió entre mayo de 1937 y junio de 1938, fue la tercera peor recesión del país en el siglo XX.
El PBI real estadounidense cayó un 10%, el desempleo -que había disminuido considerablemente después de 1933- alcanzó el 20% y la producción industrial se contrajo el 32%.
9) 1945-1946 (contracción del 15,4%)
La recesión de 1945-1946 fue el resultado directo del período de posguerra. El conflicto, que involucró a más de 70 países, causó daños drásticos a la economía mundial, particularmente en Europa y Estados Unidos.
10) 1975 (contracción del 0,8%)
La recesión de 1973-1975 o también llamada recesión de la década de 1970 fue un período de estancamiento económico en gran parte del mundo occidental que puso fin al auge económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de las recesiones anteriores, fue la “estanflación”, es decir, una combinación de recesión y alta inflación.
Entre sus causas principales se encontraban la crisis del petróleo de 1973 y el colapso del sistema de gestión económica internacional de Bretton Woods con el llamado “Nixon shock”, una serie de medidas adoptadas por el presidente estadounidense Richard Nixon que incluía terminar unilateralmente con la convertibilidad del dólar en oro.
11) 1982 (contracción del 1,3%)
La recesión de principios de 1980 fue una severa crisis económica que afectó a gran parte del mundo desarrollado a fines de los años 70 y principios de los 80.
Sus efectos no fueron tan duraderos en Estados Unidos y Japón, pero el alto desempleo continuó afectando a otros países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) hasta al menos 1985.
Sus orígenes se remontan a la crisis del petróleo de 1973 y la crisis energética de 1979. Hasta entonces, fue la recesión más profunda desde el período de posguerra.
12) 1991 (contracción del 0,3%)
La recesión de principios de la década de 1990 afectó a gran parte del mundo occidental. Se cree que fue causada por la política monetaria restrictiva promulgada por los bancos centrales, principalmente en respuesta a las preocupaciones sobre la inflación, la pérdida de la confianza de los consumidores y las empresas.
Esos factores fueron el resultado del shock del precio del petróleo en 1990, el final de la Guerra Fría y el posterior caída en el gasto de defensa, la crisis de ahorro y préstamo y una caída en la construcción de oficinas como resultado de la sobreconstrucción en la década de 1980.
13) 2009 (contracción del 2,9%)
La recesión de 2009 surgió del colapso del mercado inmobiliario de Estados Unidos debido a la crisis financiera de 2007-2008 y la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Como resultado, varias empresas y bancos tuvieron que ser rescatados por los gobiernos centrales de todo el mundo. Según el FMI (Fondo Monetario Internacional), fue “el colapso económico y financiero más grave desde la Gran Depresión de la década de 1930”.
14) 2020 (contracción estimada del 6,2%)
Según el Banco Mundial, se espera que la economía mundial se reduzca en más del 5% debido a la pandemia de COVID-19. El nuevo virus, que se originó en China, obligó a la mayoría de los países a implementar medidas firmes para restringir el movimiento de personas.
FUENTE: BBC News Mundo