El rally Dakar vive este domingo un día especial al cumplirse 38 años de la muerte de su creador, el francés Thierry Sabine, quien en 1978 ideó esta prueba luego de una experiencia personal que le ocurrió un año antes cuando se perdió durante el Rally Abidjan-Niza.
Allí estuvo a punto de morir, pero quedó tan fascinado con el desierto que se prometió idear un evento que uniese la competencia con la aventura.
El 26 de diciembre de 1978, casi un año después de aquel incidente que le cambió la vida, 182 vehículos se reunieron en la Plaza del Trocadero de París, a la vera del río Sena y al otro lado de la Torre Eiffel, para realizar un periplo de 10.000 kilómetros por terreno desconocido a través de Argelia, Níger, Malí, Alto Volta y Senegal. Ese día nació el Dakar, competencia que con el tiempo se convirtió en la más difícil del mundo.
Ya no como piloto, sino como organizador, Sabine vio crecer esta difícil y compleja carrera, donde también encontró la muerte en un accidente el 14 de enero de 1986 cuando el helicóptero con el que recorría la ruta de la prueba se estrelló con una duna de 30 metros.
El rally siguió de todas formas, “porque Thierry así lo hubiese querido”, manifestaron los miembros de la Thierry Sabine Organisation (TSO), la empresa que el motociclista había fundado para organizar el desafío.
Tras la muerte de Sabine Thierry, TSO quedó en manos de su padre Gilbert, un ex piloto de rally y también apasionado por la aventura. En 1992 esta compañía fue adquirida por Amaury Sport Organization (ASO), que la organiza en la actualidad.
En sus 46 ediciones, el Dakar tuvo varios cambios, pero el más relevante de su historia ocurrió en 2008 cuando la carrera se canceló por cuestiones de seguridad ante un atentado terrorista en Mauritania.
Eso obligó a ASO a mudar la carrera a Sudamérica a partir de 2009 y, desde 2019, a los desiertos asiáticos de Arabia Saudí y Qatar.