Estamos a punto de comenzar el 2021, más allá del pensamiento mágico respecto a los cambios, en estas fechas es frecuente soñar despiertos con los famosos “propósitos de Año Nuevo”: –¡Este año voy al gimnasio y pierdo 10 kilos! ¡Este año cambio de trabajo! ¡Este año mejoraré mis ventas un 30%! ¡Este año encuentro pareja! ¡Este año hago un viaje a un país tropical!
Todo esto de gritar al viento nuestros propósitos está muy bien, pero como dice el dicho “a Dios rogando y con el mazo dando” también hemos de hacer nuestra parte. Esto requiere definir objetivos, planificar acciones y alinearlas con principios para lograr una profunda comprensión respecto hacia dónde dirigirnos.
Así como cuando construimos una casa primero hacemos un plano, lo mismo tenemos que hacer para alcanzar objetivos, por eso es tan importante planificar a conciencia.
Antes de comenzar a escribir tomemos registro de nosotros mismos, ¿cómo está nuestro cuerpo?, ¿qué emociones nos están transitando?, ¿desde dónde estamos eligiendo? Es importante distinguir si lo hacemos desde el cansancio, el entusiasmo, el agotamiento o la culpa.
Revisemos también nuestras conversaciones internas -nuestros juicios- para distinguir guiones del tipo: “_debería estar más activa…”, “_debería acompañar más a mis hijos…”. ¿Son guiones propios o heredados? ¿Estoy agregando cosas que vengo arrastrando desde hace años?, soltemos lo que ya no nos representa. Aceptemos que con todo no podemos y entonces, elijamos bien lo que queremos para compensar con lo que debemos.
En tercer lugar repasemos nuestros objetivos y reflexionemos con total sinceridad, cuánto estamos dispuestos a dar para alcanzarlos. En una escala del 0 al 100, ¿cuánto estás dispuesto? Si es menos de 70 revisa nuevamente ese objetivo.
Otra cuestión importante es alinear objetivos con principios y valores por ejemplo, si mi objetivo es juntar determinada suma de dinero para viajar hay muchos medios para lograrlo, uno de ellos puede ser robar un vehículo y venderlo para obtener dicha suma. Ahora bien, si entre mis principios está la honestidad y la corrección ese plan no es viable y no podré llevarlo a cabo. Los principios y valores rigen nuestra conducta, por ello es tan importante alinear a ellos nuestros objetivos. ¿Qué principios o valores te representan? ¿Qué es lo más importante para vos? ¿Cuál es tu idea de éxito personal? ¿Cuál es tu mejor versión como ser humano? ¿Cómo te gustaría que te recuerden? Por allí podés encontrarte.
Revisarnos siempre viene bien, más aún luego de un año con tantos estrenos y primeras veces.
Clarificar nuestros valores a fin de alinear a ellos nuestros objetivos nos servirá de faro, nos dará dirección, nos permitirá priorizar, mejorar decisiones, concentrar energías y volvernos más fuertes.
Cómo ultimo punto revisemos qué sentimos cuando leemos nuestra planificación: ¿nos da alegría o nos sofoca?
Tomémonos el tiempo de reescribir guiones y metas, dependiendo del mapa que elijamos será el destino al que lleguemos.
¡Feliz 2021!