“Acuérdate del necesitado, pues también tú lo eres; acuérdate del pobre, pues también tú lo eres por mucho que nades en riquezas estás vestido con trapos de carne”, San Agustín. Esta frase de San Agustín nos trae a la realidad de la vida que no es una realidad con la cual solemos convivir, todos somos necesitados de alguna manera sólo que pocas veces pensamos en estos temas.
En estos tiempos donde se acerca la Navidad y buscamos reunirnos con nuestros seres queridos, aparece muchas veces el vacío. Cuántos creen tener “todo” viendo sólo lo material, pero no tienen el amor y la mirada incondicional de alguien.
Estamos vestidos con trapos de carne como dice su frase, en cualquier momento no importa la edad, dinero o posición social podemos irnos de este mundo, no estar más, ¿pensamos alguna vez en ello?
Los humanos compartimos un mismo fin, ¿dónde hemos aprendido que la vida de un ser humano vale más que la de otro?
La creación de la vida en el vientre materno sea de quien sea es perfecta, nada tenemos que hacer para que suceda, si está todo bien empieza y llega al mundo de forma natural y sola, los médicos acompañan.
Recuerdo en mi primer embarazo haber estado muy ansiosa queriendo controlar que todo estuviera bien hasta que un día, el médico me miró y me dijo: “¡no depende de vos!”, desde ese día empecé a rezar y entregar lo que no dependía de mí.
Sí a cuidarme, ver qué comía, dormir bien y estar en paz, me di cuenta que hay alguien que maneja la vida y no somos nosotros. Cuanto más nos conectamos con nosotros mismos, más nos conectamos con la fuerza creadora de todo, para mí DIOS, nos volvemos humildes porque comprendemos que somos necesitados a pesar de tener todo somos vulnerables, de un momento a otro nuestra vida puede cambiar y no lo sabemos, por eso cuando lo podemos ver también podemos ver al otro quien -como yo-, es un ser que anda a veces perdido, enojado, peleando, cuando en realidad lo que estamos buscamos siempre es ¡AMOR!
Hoy podemos respirar lentamente ir despacio, escuchar nuestro cuerpo qué necesidades tiene, recordar que es de “trapo” mirar al lado y ver al necesitado, pues nosotros también lo somos aunque a veces no nos damos cuenta. ¡Feliz Navidad! Que DIOS los bendiga.