La Navidad del 2020, del año del coronavirus, será muy distinta a las que hemos vivido hasta ahora. Para los niños, estas fiestas son uno de los momentos más esperados y no sabemos cómo les afectarán las restricciones y los cambios. ¿Qué se puede hacer para compensarlos y lograr que no dejen de ser unas fechas especiales?.
Anticiparse a los cambios, cuando están preparados antes se les da la posibilidad de reparar la situación, por ejemplo, escribiendo una felicitación a los seres queridos, haciendo un video para ellos o armando un collage con sus fotos para tenerlos presentes en casa.
Preguntarles qué quieren hacer en las navidades, implicar a nuestros hijos e hijas en los planes familiares y más en estas fechas tan entrañables para todos, favorece su sentimiento de pertenencia al grupo y deja claro que su opinión nos importa.
Dentro de un abanico de posibilidades, ya que las medidas sociales en la actualidad son bastante distintas, podemos organizar conjuntamente los planes.
Es importante tener en cuenta todas las opiniones y validarlas, ya que para ellos son importantes; después se valorará cuáles son idóneas para hacer. Es importante que al menos un aporte de cada miembro de la familia se lleve a cabo en esta Navidad.
Sobrellevar esta Navidad del coronavirus puede ser más sencillo si nos centramos en dos ejercicios personales tan valiosos como la introspección y el aprendizaje.
Para abordar ambos aspectos y gestionar satisfactoriamente la incertidumbre, se sugiere que nos formulemos tres cuestiones:Los días que hemos conseguido controlar la ansiedad, ¿qué cosas nos han ayudado a lograrlo?
¿Qué cualidades propias están contribuyendo a que aceptemos la situación?. Dentro de un tiempo, cuando todo forme parte del pasado, será útil analizar qué aprendizaje hemos obtenido de la experiencia.
Si el confinamiento de marzo nos sirvió para pasar más tiempo con nuestros hijos, reflexiona, estas fiestas pueden ser una nueva oportunidad para reforzar tales lazos familiares, redescubrir el significado de estos días y compartir los anhelos de paz, esperanza y cuidado del prójimo.
Y bajo el escenario actual las mejores maneras de velar por los demás pasan por quedarse en casa y evitar viajes y reuniones innecesarias.