Pasando algunos sobresaltos inesperados pero redondeando una actuación positiva, River Plate superó por 6 a 2 a Nacional y se convirtió en el segundo semifinalista de la Copa Libertadores de América, donde tendrá como rival a Palmeiras de Brasil.
Como se esperaba, el conjunto de Marcelo Gallardo fue el que tomó la iniciativa desde el arranque pese a las necesidades del conjunto local. Con algunos desaciertos, pero con intensidad e insistencia rápidamente acorraló al Bolso y comenzaron a ser constantes las jugadas de peligro.
Con Jorge Carrascal y Nicolás De la Cruz como estandartes en ataque, el Millonario explotó al máximo los espacios que dejaban los uruguayos a sus espaldas y así llegó una acción determinante en el juego.
A los 17’, el arquero Sergio Rochet salió a cortar un pase largo y en su afán de despejar se llevó puesto a Matías Suárez. El árbitro chileno Roberto Tobar entendió que la acción ameritaba la pena máxima y lo expulsó.
Con un jugador de más al equipo de Núñez se le facilitó aún más el trámite y las llegadas se dieron sin mucho esfuerzo. Y, justamente con un pelotazo a las espaldas de los defensores, llegó el gol de River.
A los 27’, Carrascal controló un pase en profundidad, se sacó de encima la marca de un rival y con gran categoría definió al ángulo para el 1-0.
El dominio del Millo era total en el juego y sobre el final, a los 44’, estampó el segundo. De la Cruz bajó la pelota al borde del área y con una magistral definición la colocó lejos del arquero para el 2-0.
Sin embargo, un minutos después, el Millo se durmió en el fondo y apareció Carlos Ayrton Cougo para marcar el descuento y ponerle una cuota de suspenso al encuentro.
Al regreso del entretiempo, el Millo no tardó en golpear de nuevo. A los 3’, Suárez le agarró mordida a la pelota y el defectuoso remate encontró bien parado a Bruno Zuculini. El jugador corrigió el disparo y puso las cosas 3-1.
River jugó con mucha convicción en ataque pero en defensa mostró dudas. Y justamente en otra distracción, el Bolso colocó el 3-2 a través del ingresado en el complemento Santiago Rodríguez.
Borré tuvo la posibilidad de marcar pero su remate dio en el palo y luego le anularon un gol. Pero finalmente a los 21’ “se sacó la mufa”, amplió la ventaja (4-2) y se convirtió en el máximo goleador de la era Gallardo.
Ya más tranquilo, el Millo trianguló la pelota, corrigió los errores del fondo y Santos Borre afinó la puntería para marcar a los 28’ y 34’ y decretar el contundente 6-2.
Los minutos finales le sobraron al partido. Gallardo aprovechó y realizó todos los cambios para darle minutos a todos. River está en semifinales una vez más y desde el 6 de enero buscará una nueva final.