El vicegobernador Carlos Arce se refirió al contexto epidemiológico y sanitario de Misiones, ante empresarios y economistas de la Fundación Mediterránea filial NEA, que realizaron ayer una reunión virtual de fin de año.
En primer lugar mostró el mapa de contagios regional, y dijo que sin las fronteras cerradas, hay “1.298.000 casos en los estados del sur de Brasil y Paraguay” que pondrían en riesgo el sistema sanitario de Misiones.
Sostuvo que, hasta ayer, en la provincia había un “46% de ocupación de camas privadas y 56% de las públicas en Unidades de Cuidados Intensivos, del total de 4.100 camas”. Recordó que Misiones tiene “más de 820 con gases medicinales”.
“Una apertura de fronteras podría romper este equilibrio. Por eso mantenemos la política de cuidar a los misioneros y controlar los ingresos de afuera”, expresó. Seguidamente sostuvo que “vamos a mantener esta política de pasaporte sanitario de certificado COVID negativo y la App Misiones Digital para la trazabilidad de las personas”, para quienes quieran entrar a Misiones.
De los 725 casos que había hasta ayer lunes al mediodía en la provincia, Carlos Arce se mostró preocupado por el “aumento de contagios en edades jóvenes. Casi un 80% de esos fueron entre los 20 a 50 años de edad. Estamos preocupados por este número de casos”.
Consultado sobre la vacunación de los 250 mil misioneros puestos en la lista prioritaria, Arce dijo que se prevé dar “40 mil dosis semanales y se podría concretar en tres meses la vacunación, pero no será la solución inmediata sino a largo plazo. La inmunidad del rebaño es tener un 70% de la población inmunizada y, para ello, pasará bastante tiempo”.
El Vicegobernador ratificó que “va a ser muy difícil que la vacuna sea una solución a corto plazo” y advirtió a los presentes que “hay que pensar que seguiremos con protocolos sanitarios hasta fines de 2021 o los primeros meses de 2022”.