Bueno, me nace decirte dos cosas: la primera, respira profundo, observa cómo entra y sale el aire por tu nariz, sé consciente de estar en este momento en el aquí y ahora, la segunda cosa es que disfrutes del camino, de los pocos días que quedan de este año único, raro, loco, difícil e intenso.
Con la Cromoterapia podemos conectarnos a través del color para estar en este momento disfrutando de lo que podría decirse “el viaje”, nuestro viaje y es más importante a esta altura del año, pues no queda casi nada del mismo.
Los colores para bajar nuestro nivel de ansiedad son los fríos, ellos siempre nos van a relajar, nos traerán al momento presente, el azul con la serenidad, la paz y la calma, el violeta con su relajación y fuerza para transformar pensamientos o situaciones negativas en positivas.
Otro color que ayuda a poner orden y limpieza es el blanco, así que es hora de iluminarnos por dentro con este color y creo que es muy necesario, ya que, al hacer orden también vamos sacando, tirando o descartando todo aquello que ya no nos sirve, no nos suma y hablo del orden, pero desde una mirada profunda de nuestro ser, de ¿quién soy? en este momento.
Tiempo de vibrar bonito, de hacer lo que nos haga feliz, de relajarnos ir hacia dentro y disfrutar de cada cosa que estemos viviendo. Se acerca la Navidad y con ella el nacimiento de lo nuevo, volver a nosotros, a nuestro ser, a nuestro corazón. El camino puede no ser fácil, pero tengamos en cuenta estos colores cada vez que nos llenemos de ansiedad y confiemos en que lo que estamos viviendo es lo mejor que nos puede pasar, si es una situación difícil seguro trae un aprendizaje, así que no te preocupes que todo se va a aclarar con el tiempo.
Sólo me queda por decirte: ¡DISFRUTEMOS DEL CAMINO!