Con signos de emoción en sus rostros, un puñado de misioneros que estudian en Corrientes y Chaco, ayer regresaron a la provincia luego de permanecer, en muchos casos, más de once meses lejos de sus familias, como producto de la restricciones impuestas por la pandemia de Covid 19 y la falta recursos económicos para afrontar los costos del traslado e hisopado.
A las 2 de la mañana partió desde la capital correntina el colectivo contratado por el Gobierno de Misiones, en coordinación con el Centro de Estudiantes Misioneros en Corrientes y Chaco (Cemicc), con 40 alumnos que se habían anotado en el registro confeccionado por los propios estudiantes y que roza los 300, quienes irán llegando por la misma vía entre el 19 y 21.
Alrededor de las 6 llegaron al Arco de ingreso a Misiones y aguardaron el turno para ser hisopados. Solamente cuatro de ellos ya traían consigo el certificado de Covid negativo por lo que el procedimiento demoró un par de horas.
El colectivo tenía previsto bajar a los estudiantes en Posadas, luego en Santa Ana, Oberá, Aristóbulo del Valle y San Vicente.
Lucas Gurawski (21 años), estudiante de segundo año de Derecho en Corrientes contó que “fue una situación muy fea, viví más de seis meses lejos de mi familia. No veo el momento de volver a estar con ellos. El gobierno de Misiones nos dio una mano para que volvamos con pasaje e hisopado gratuito, porque de otra manera muchos no podríamos”.
El joven obereño se refirió a los difíciles momentos que le tocó vivir en los meses de pandemia y dijo que “cuando uno sale de su casa, como en mi caso a estudiar, no queda otra que rebuscarse para seguir (se le entrecorta la voz). Fueron momentos difíciles”.
Otro que aguardaba pacientemente que sus compañeros terminen de hisoparse era Elthon Rudke, estudiante de Medicina. “Fui a Corrientes en enero y por problemas con el SIU no pude tener una buena cursada y me quedé atrapado por la pandemia”, explicó el sanvicentino.