Entiende que es necesario “volver a rescatar el valor que tiene todo el mercado de la construcción en la incentivación de la economía de un país. Es muy importante, porque el efecto derrame que se produce a través del empleo que genera el rubro es muy acentuado y heterogéneo. Cuando reactivas el sector, empezás desde las grandes industrias, pasando por todo el sistema logístico de un país, por todo el sistema vial, tenés un efecto derrame en los profesionales que tienen que llevar a cabo un proyecto, un efecto controlador a través de los colegios de matriculados y municipalidades, y sobre el empleo de la mano de obra, que es masiva”.
El propietario de Premoldeados Posadas insistió con que el rol de la construcción es indispensable. “Creo que en este momento hay que brindarle herramientas a todo el mercado de la construcción para que desarrolle todas sus capacidades a fin de ayudar a contribuir en este momento de la reactivación de la economía”, dijo. Y agregó: “Cuando digo dar herramientas, hablo de dar posibilidades a la construcción para que desarrolle esa herramienta. Si querés reactivar el país y querés que el mecanismo antes descripto funcione, hay que llamar a la construcción, sentarla a la mesa y preguntar cuáles son los instrumentos que necesita”.
Indicó que, en principio, “exigirán una herramienta diferencial como las cargas sociales de los empleados, contratación de mano de obra más simplificada -no tan burocrática-, un aceleramiento de los trámites de aprobación de las carpetas de los permisos de obra. Si empezás a acelerar ese tipo de cosas, y a la vez, desde el Estado acompañás, por ejemplo, con un nuevo Plan Procrear, o mi vivienda, o mi primer vivienda, o ampliación de mi vivienda, para el que se den posibilidades de crédito a tasas accesibles para la clase media, sin lugar a dudas, tenés un boom en la construcción”.
“Hoy hay que darle nuevas herramientas a la construcción o al mercado de la construcción”, reiteró. Pero lo cierto es que “no podes pensar que vas a reactivar la construcción y vas a poner en movimiento la economía con las mismas herramientas de la década del 90. Actualmente se presentan otras opciones, porque la tecnología avanzó muchísimo, los tiempos de terminación de obra se aceleraron, entonces necesitamos otros instrumentos”. Explicó que, a la vez, “entrás en una situación muy extraordinaria en este escenario actual donde tenés picos de demanda pero que no pueden ser atendidos porque las capacidades instaladas de las grandes industrias no están al 100%. Entonces, es momento de citar a los grandes industriales de la construcción y preguntar qué es lo que hace falta para que su capacidad instalada funcione al 100%. Y darle las herramientas. Porque, de lo contrario, generás picos de consumo, como tenemos hoy, y hay que decir que no comercializamos ciertos productos porque no hay precios de algunos en el mercado, porque el escenario macroeconómico de la Argentina es muy complejo, la variedad de dólares te hace perder el valor real de las cosas, o no hay reposición de stock”.
Para Bresiski, llegó la hora de armar “esa gran mesa” y señalar cuáles son las herramientas que necesita la construcción porque, sin lugar a dudas, “es el principal motor que tenemos para reactivar la economía. El derrame es inmediato y heterogéneo. No está concentrado. Se nota el dinamismo”.
Además, este sector es uno de los grandes refugios de la sociedad para tratar de canalizar sus ahorros en un dólar oficial. “Se vuelcan masivamente a construir, desde el propietario de una casa de Iprodha, que hace una ampliación, hasta los grandes edificios. No se quieren quedar con el peso en la mano porque se devalúa muy rápido, y se refugian en la construcción”, ejemplificó el empresario, al tiempo que envió su saludo cordial “a todo el aparato productivo”.
Para finalizar, hizo propia una frase que adoptó del disertante de un congreso: “Los países o las sociedades que mejor van a salir de esta gran crisis son aquellas que puedan construir ecosistemas sustentables en sí mismos. Por eso, como sociedad debemos construir un ecosistema donde esté la construcción, los profesionales, la medicina, trabajando en una sola mesa”.
Por Sergio Bresiski