En la actualidad su vocación de servicio pudo más que su pasión por el fútbol, pero es inevitable no caer en la tentación de hablar del juego de la pelota.
En enero pasado, a pocos días de arrancar el torneo Regional Federal, Manuel José Dutto, tuvo que tomar una de las decisiones más importantes de su vida: optar entre dos amores, su vocación de vida para la cual se había preparado desde muy joven o apostar a la aventura de volver a jugar una final del torneo Regional, instancia a la que había llegado en la temporada anterior, pero que la perdió frente a Central Norte de Salta.
El entonces DT de La Franja tras una reunión con el presidente de Guaraní, Patricio Vedoya, decidió bajarse de la dirección técnica del equipo y aceptó el ofrecimiento del gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, quien lo propuso como Director General del Servicio Penitenciario, que la aceptó y desde entonces se encuentra al frente de la institución penitenciaria.
“La carrera que había elegido era ser oficial del Servicio Penitenciario y es el cargo máximo al que puede aspirar alguien dentro de la fuerza. Estoy muy agradecido por esta oportunidad y acepté. Extraño el fútbol, pero entre dos amores, porque amo hacer las dos cosas, elegí el servicio; sé que el día de mañana cuando me retire voy a volver a dirigir algún equipo”, sostuvo el jefe penitenciario, quien viene desarrollando una gran tarea en cual uno de los objetivos es volver a darle una segunda oportunidad a aquellos, que por diferentes avatares de la vida cometieron algún tipo de errores y actualmente se encuentran pagando su falta con la sociedad, pero que necesariamente necesitan reinsertarse en la sociedad a través del deporte y la educación.
“Si bien gané varias cosas dirigiendo a distintos equipos, el haber llegado a la final del Regional con Guaraní, el sentimiento de sus hinchas, el reconocimiento de la gente, que siempre me lo recuerda cuando me encuentran por la calle es algo que lo tengo presente. Lo más importante que me dejó el fútbol es eso, el reconocimiento y la amistad”, reflexiona en la charla que mantuvo el lunes pasado con el programa EL DEPORTIVO en radio, que se emite por Santa María de las Misiones.
Dutto, quien nació en Santa Ana, pero hace 24 años que reside en Oberá, recuerda con mucha nostalgia sus inicios como futbolista, pues debutó en primera a los 15 años.
“Como futbolista arranqué en 1993 con Atlético Santa Ana, cuando en esa época en la Liga Posadeña se jugaba Primera A, B y C. Recuerdo que debuté en el equipo que dirigía Cristian Vera. Ese año tuvimos la suerte de ascender a la B, pero al año siguiente el equipo volvió a descender. En el ‘97 me fui a Oberá en donde jugué cuatro temporadas, en el torneo local y Argentino B con Ex Alumnos 185“.
“Después pasé por Atlético Oberá y River de Villa Bonita, en el Argentino B. También pasé por Guaraní cuando lo dirigía Labaroni y después con “Tuti” Boede. Con Atlético Campo Grande ganamos seis títulos en la Liga Oberá y jugamos el Argentino B, casi lo dejamos afuera a Atlético Candelaria”, recuerda Dutto, un volante central con mucho despliegue y potencia, que supo jugar de centro delantero cuando los campograndenses lo necesitaron.
“Un par de temporadas jugué en Candelaria el torneo Federal A. El primer año anduvimos bien, pero al año siguiente se fueron casi todos los que habían venido de afuera y jugamos con la mayoría de los chicos de Misiones. Nos hicimos fuertes de local, pero afuera no podíamos ganar y descendimos. También jugué con Guaraní el Argentino B, recuerdo que perdimos en las instancias finales con Crucero”, recuerda el actual alcaide general.
Dutto también pasó por Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) en donde entabló amistad con Carlos Javier Neto (ex-River y San Lorenzo) y Juan Ramón Fleitas (ex-Racing) que perdura en el tiempo.
El retiro como futbolista se concretó en Jorge Gibson Brown con el que jugó el torneo del Interior, en donde decidió colgar los botines y ponerse el buzo del DT.