El presidente de la Asociación de Madereros Forestales y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), Román Queiroz, sostuvo que ya comenzaron las suspensiones en algunos aserraderos y que el precio del raleo que fijó el Instituto Forestal Provincial (INFOPRO) produjo un incremento de los precios de la madera, lo cual ocasionó una pérdida de competitividad con Corrientes, una provincia que compite con Misiones en el mercado forestal.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, Queiroz dijo que el miércoles hubo una reunión con el ministro del Agro, Sebastián Oriozabala y en la misma “planteamos al ministro la situación que está atravesando el sector, sin hacer futurología, la realidad actual”.
“Hay una serie de aserraderos que bajaron la producción y suspendieron personal, eso lo sabe el Sindicato. No están consiguiendo madera porque los productores primarios no pueden ubicar el raleo”, sostuvo el empresario forestal.
Y agregó: “Además de que el precio de la madera subió considerablemente porque al fijar un valor mínimo para el raleo arrastra un valor de los otros cortes para arriba y hay un desfasaje que el mercado nacional e internacional no lo puede pagar”.
Como consecuencia explicó que “estamos en desventaja ante Corrientes, por ejemplo, con estos valores”.
Queiroz cerró: “Le planteamos la situación y el ministro Oriozabala, se comprometió en tratar de tender puentes de diálogo con el INFOPRO y el gobernador (Oscar Herrera Ahuad) para ver si podemos arribar a una solución”.
La respuesta del gremio
PRIMERA EDICIÓN consultó a los referentes gremiales del sector forestal, los cuales aclararon que “formalmente” no se ha producido aún ninguna suspensión.
Domingo Paiva, del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de Misiones (SOIME ) señaló que “no tenemos ninguna notificación formal de suspensión. Si van a suspender deben informarnos a nosotros, al Ministerio, una semana antes, pero no tenemos nada”.
Añadió que “la única empresa que nos envió una notificación fue Larrahague Chorodge, avisando que iba a suspender a 50 empleados, pero después nos volvimos a comunicar y nos aclararon que iban a ver cómo solucionaban de alguna otra manera y no concretaron las suspensiones”.
Paiva aclaró que “si llegan a suspender, nosotros como Sindicato vamos a exigir el pago del 75% del salario, conforme al artículo 223 bis en el contexto de trabajo reglamentado para la pandemia”.
Por su parte, el exintendente de Garuhapé, Avelino González, quien integra el Sindicato de la Madera y es diputado provincial por el Frente Renovador, indicó que “en mi zona no se produjo ninguna suspensión”.
Ayer dijo que “tuve una reunión con un empresario y está bien la situación. Recorrí el Parque Industrial de Puerto Rico y nadie me manifestó nada”.
El inicio de la polémica
La tensión entre los forestales y el gobierno comenzó hace un mes cuando el Instituto Forestal Provincial fijó por primera vez el precio del chip y raleo en alrededor de 1.850 y 1.600 pesos la tonelada, lo que representa un incremento de alrededor del 60% de lo que se estaba pagando.
Las dos pasteras, Alto Paraná y Papel Misionero dejaron de comprar estos subproductos a los productores y aserraderos, argumentando que se iban a auto abastecer debido al elevado incremento de la materia prima.
Al ser dos compradores casi monopólicos, su decisión causó un sobrestock entre los aserraderos, que no tienen otros lugares donde ubicar el chip y raleo. Sin los ingresos por la venta de estos subproductos, los forestales argumentan que deberán suspender personal. También que el nuevo precio causa una disparada de los valores de la madera, perdiendo competitividad.
El INFOPRO advirtió que la decisión es legítima, legal y no dará marcha atrás. Sostiene además que los productores celebraron el precio y que toda la maniobra responde a una presión de las dos pasteras para torcer el brazo al INFOPRO y retroceder el precio.