Escenas de los relatos bíblicos del Éxodo hebreo y el Monte Calvario, sirvieron de inspiración al artista Bernardo Neumann para plasmar en su nuevo trabajo, un mensaje de esperanza en un año marcado por la pandemia mundial del COVID-19.
La misma se encuentran en el salón de la Iglesia Evangélica Luterana del barrio Alta Gracia de Posadas, donde cada mañana Neumann ingresa al recinto y contempla desde el pórtico la obra que se alza como un gran lienzo en entorno al púlpito recorriendo cada detalle que hacen que por su mente surjan nuevas ideas.
Luego, como una especie de ritual enciende la radio para escuchar música folclórica croata, un pueblo surgido de la región de los Balcanes cuya esencia crea un clima propicio para la inspiración.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Bernardo Neumann comentó que estos trabajos son en esencia un remozado de una obra que el mismo realizó en 1997 y “con la autorización de la congregación plasmé la idea, que es poner de manifiesto en estos días tan difíciles que estamos pasando, un canto de esperanza detrás de toda situación tan complicada desde el punto de vista de la salud, de la política, la económica y en lo social” definió.
Fue así que a través de una de las figuras centrales de la Biblia, el artista quiso mostrar su mensaje de esperanza “porque como sabemos, Moisés guía a su pueblo hacia la libertad, sin ningún tipo de interés, sino nada más que el bien común y la libertad de su pueblo” contó.
En uno de los dibujos se puede apreciar a este protagonista “haciendo brotar agua de las piedras, porque tuve la suerte de conocer ese desierto y el drama que se vive allí. Nosotros no podemos imaginarnos lo que es estar sin agua, porque nos cortan sólo dos horas y estamos desesperados. En tanto allá no hay ninguna gota de agua, entonces imaginarse la situación en la cual han atravesado, solamente se puede dimensionar cuando se ve el desierto y tuve la suerte de verlo en Jordania, entonces traté de hacerlo más impresionable posible para trasmitir esa idea y la desesperación que tienen aquellas personas cuando ven que brota el agua, van rápidos con sus vasijas y cántaros a llenarlos para saciar la sed y la higiene” describió.
Por otra parte, señaló que la difícil situación que plasma en su obra brinda “un canto de esperanza y, aunque fuese una situación límite como lo habrá pasado esa gente, siempre habrá una esperanza, y eso está de manifiesto a través del mural. Moisés es un personaje bíblico que conduce a su pueblo a través del desierto y también habrá tenido una gran cantidad de problemas dentro de aquella comunidad que estaba guiando, porque era gente común con todas sus apetencias y dramas personales, que también cada uno de nosotros cargamos” relató Neumann.
El artista también recordó que fue bautizado en la Iglesia Luterana bajo el rito alemán, allá en Colonia San Alberto (Puerto Rico) y “eso pega muy fuerte, entonces quise esa historia transmutarla a través de la pintura” confió.
Un viaje por el camino de la fe
Seguidamente el artista se dirigió hacia otro de los murales que representaba a uno de los relatos más conocidos del Antiguo Testamento que muestra a Moisés dividiendo las aguas del Mar Rojo y “todos sabemos que científicamente está comprobado de que existió la posibilidad de que aquellas aguas podían ser lo menos profunda posible como para que la gente pueda cruzar por una zona, en una hora con determinadas condiciones de viento. Mientras que el ejército (egipcio) pesado con sus armaduras, carros y caballos, era imposible que pudiesen seguir, quedando hundidos en el fango” explicó.
También agregó que tuvo tiempo de divertirse porque “mis pinturas siempre tienen algo lúdico en el cual hay una zona donde están, como siempre digo, los desobedientes” refiriéndose a los personajes de la pintura donde se podía apreciar a “una señora con un niño mirando hacia el precipicio”.
“Al igual que el primero, donde todos están prestos a buscar agua y hay uno que está muy tranquilo sentado, esperando con su vasija en la mano. Eso tiene que ver con que no todo siempre sean tan formal y tan serio” definió el pintor.
La tercera obra recrea el Monte Calvario que figura en el Nuevo Testamento donde “para nosotros no existe el Cristo crucificado como imagen, porque lo vemos ya resucitado, triunfado sobre la muerte”.
“Entonces lo que hice fue incorporar en la composición una cruz que está calada en la pared y que tiene iluminación, y a los costados están los personajes que fueron crucificados conjuntamente con el Señor y en esa cruz que en su momento fue colgado Cristo, está vacía porque justamente significa el triunfo de la vida sobre la muerte, mientras que a los costados esas personas crucificadas que van a tener apenas una tonalidad que se va a destacar, el cielo turbulento y oscuro que justamente es el drama, que si lo traemos a nuestro tiempo, es justamente un hecho de sangre y violencia, muy característico en aquel momento por parte de los romanos” reflexionó.
En este sentido, Neumann rememoró el momento en que apareció una persona tan influyente como Jesucristo, que a través de la palabra puso en aprietos a todo el Imperio Romano, por ello también “quiero trasmutar ese canto de esperanza con la resurrección que es para los cristianos y acá no hay diferencia. Siempre digo que el que cree en el más allá, tiene justamente ese plus en el cual siempre hay esa esperanza de que no todo termina acá. Somos demasiados completos y complejos, y la creación del universo es demasiado armónica y compleja como para pensar que esto se terminó acá”.
“Cada uno tendrá distintas interpretaciones de la fe, soy muy respetuoso, pero en este contexto a través del mural quiero mostrar eso, porque soy una persona grande y en estos momentos difíciles tengo esa parte humana que muchas veces siente duda, temor y con esos murales quiero mostrar la otra faceta, que es el triunfo sobre la muerte y el drama“, continuó.
“Y va a mostrar ese mensaje de esperanza y de vida, que es tan imprescindible en estos momentos de tanta confusión, no solamente de nuestro país sino en el mundo. Estamos viviendo momentos históricos, y si puedo hacer un aporte desde el arte, me parece valioso” definió.
El artista también se refirió en lo personal como afronta el período de aislamiento social y sanitario sobre todo “porque soy un hombre de riesgo, entonces tengo que tener los cuidados al máximo en ese sentido y a través de la pintura quiero mostrar eso. Señalar que tenemos que manejar la desesperación de alguna manera, porque detrás de eso siempre hay una esperanza y una posibilidad de poder conseguir ese triunfo sobre ese desastre que en todo contexto se está desarrollando en el país y el mundo”.
La creatividad en época de cuarentena
Al respecto de cómo influyó el aislamiento en su parte creativa, el artista comentó que continuó trabajando en su taller, donde en algunas oportunidades lo acompañó su familia y “eso hace a un crecimiento, porque saca todo lo que uno tiene adentro. De alguna manera la pandemia fue un disparador porque hasta ese momento uno seguía al mundo a los tumbos, viendo la televisión, pero jamás preocuparse tanto en uno, en el amigo, en la sociedad” y en este sentido agregó que hay que tomar “todas las precauciones a los efectos de seguir manteniendo esta vida que justamente es lo más valioso que tenemos” reflexionó.
A su vez contó que paralelamente, tomando todas las precauciones continuó desarrollando su otra pasión que es el ciclismo donde encontraba una manera de “disfrutar del aire libre y el paisaje, fue algo que se podría decir que ha sumado a mi vida, independientemente de poder encontrarme en lo mío y aún más, descubrir esa finitud que uno tiene y ese potencial en cuanto a la creatividad, el arte, el poder comunicar y hacer las cosas que de otra manera“.
“La misma vorágine del tiempo, hacía que tal vez eso quedara con poca importancia. Si bien, siempre fui responsable en el arte, siempre fui auténtico y sincero, pero esto ha sido una inflexión muy seria” comentó.
Así también, esto repercutió de alguna forma en su nuevo trabajo “porque existe esa manera de mirar hacia adentro y afinar la punta del pincel y mostrar esa otra parte que a lo mejor en otro momento por razones del tiempo imperante, no hubiese sido posible, entonces esto fue un aporte positivo” dijo el autor al referirse al período de inspiración en el marco de la cuarentena.
Incluso, en este marco, las redes sociales sirvieron para que el artista pudiera exponer sus obras recibiendo muchos comentarios y han dado la vuelta al mundo “porque tengo alumnos y gente conocida en Australia y Europa donde siempre estoy en contacto, y justamente lo que hizo la pandemia fue cercenarme esa posibilidad de estar viajando y llevando a Misiones siempre a través del arte a distintos lugares del mundo”.
Agregó también que las personas que observan sus obras e dicen “‘usted vive en un paraíso y ahora me explico por qué hay tanta policromía en los cuadros’ porque si bien mis cuadros son abstractos, siempre tienen que ver con la mitología, las leyendas, la flora de la región y los colores que son típicamente nuestros” comentó.
El arte en el ámbito de la fe
En el plano artístico, Bernardo Neumann es considerado un pintor todo terrero, sus obras se pueden apreciar tanto en galerías como en el entorno urbano. Obras que pudieron ser admiradas en vivo mientras se desarrollaban el Festival de la Música del Litoral y cuyo trabajo fue con fines benéficos.
Pero esta última que comenzó en septiembre y que estaría finalizada el mes que viene, se realiza en un lugar muy especial para el artista, un ambiente de fe y respeto como es el recinto de la Iglesia Luterana, donde en cada pincelada se genera un ambiente distinto a cualquier escenario entonces a esto “me gusta acompañar con canciones del grupo Klapa, que interpreta música de Croacia y de una cultura que llegué a valorar y apreciar en uno de mis viajes. También así sentir el drama del pueblo que estuvo en guerra, una problemática que aún existe y se encuentran plasmadas aún en las paredes. No obstante el pueblo canta y tiene esa expresión cultural que a mí particularmente me gusta mucho. Además siempre toda música que sea armónica y más aún cuando sea la expresión auténtica de un pueblo” contó.
Es por ello que, el artista cuenta la rutina que realiza todo los días a primeras horas de la mañana cuando llega y abre las ventanas para que se ventile el ambiente, pone música y “miro de lejos que tal va a quedar el trabajo y como voy avanzando, después de lleno comienzo a trabajar sin descanso y sin parar, pero con un ritmo que impongo yo, sin que haya una presión en cuanto a tiempo y en este sentido quiero agradecer a la congregación que confió nuevamente en mí porque saben el tipo de arte que hago” agradeció.