El noveno detenido que sumó la causa por el hecho ocurrido en el jueves 17 de septiembre, fue capturado el pasado martes 13 de octubre en Ñu Porá y de acuerdo a los elementos que cuenta la Justicia sería quien tramó el robo para el que contrató personal, incluyendo un chofer que manejaba el camión para una cooperativa y que supuestamente estaba a cargo de un efectivo del Servicio Penitenciario Provincial, el único que fue excarcelado de los aprehendidos.
La imputación se conoció en las últimas horas y el magistrado entendió que al igual que gran parte de los detenidos, este último había sido el que ideó el plan de “maniatar” a una pareja que cuidaba el predio donde estaban los aires y luego dispuso de un operativo para retirar los equipos en el camión, en dos viajes y utilizando al menos tres automóviles como “guía” o “lanza” entre ellos el suyo, un Volkswagen Vento, que fue secuestrado.
Se cree que el sospechoso conocía la existencia de los equipos y para el plan contrató personal. Un hombre que no quiso ser parte de la maniobra fue la punta del ovillo para llegar al ahora imputado.
A los pocos días del robo la policía recuperó los 20 equipos de 18 mil frigorías cada uno y en la investigación cayeron los nueve sospechosos. Los aires fueron restituidos a su lugar de origen, el templo ubicado en Santa Inés, Garupá pero su destino final es una iglesia en construcción cerca del barrio Itaembé Guazú.
Se supo que el hombre negoció con uno de los choferes del camión con el cual trasladaron los aires y herramientas tras reducir a la pareja de cuidadores.
Supuestamente el otro chofer, que utilizaba eventualmente el rodado, no quiso ser parte de la maniobra por lo que el presunto “cerebro” del golpe tuvo que contratar más gente, que viviría cerca de su domicilio, en el barrio Ñu Porá.
Si bien en su momento los ocho detenidos anteriores fueron imputados por “robo calificado y privación ilegítima de la libertad en concurso real”, fuentes indicaron a PRIMERA EDICIÓN que la calificación se cambió para tres de ellos, dos mujeres y un hombre que aparentemente no formó parte del golpe pero conocía del plan. La figura otorgada en ese caso es de “encubridores”.