“Cuando uno sueña algo de corazón, siempre Dios te abre una puertita” expresó la intérprete eldoradense Ana Mía Golart, quien estrenará su primer trabajo discográfico “Sueña” y dos videoclips donde se sumarán reconocidos músicos locales como: Gastón Machuca (batería), Maty Vazquez (bajo), Fausto Rizzani (guitarra) y Deiby Flach (guitarra eléctrica).
En una entrevista con PRIMERA EDICIÓN la cantante expresó su satisfacción y alegría con el resultado del trabajo que se llevó a cabo en la segunda etapa de la cuarentena “primero grabamos el CD cuando se habilitaron los estudios. De ahí surgió la idea de hacer un videoclip de dos de los temas que mejores habían quedado, cada uno pensó en un aporte y salió una mega producción, quedó muchísimo mejor de lo que esperaba. No imaginé que este inicio comience con tanta fuerza, de la mejor manera y tan profesional. Así que estoy agradecida a Dios, a la gente que cree en mí y confía que puedo avanzar y sobre todo, apuesta su tiempo y su experiencia para ayudarme a crecer”.
La artista se refirió a la experiencia que significó su debut en una producción y en un show en vivo que la tuvo como protagonista: “Canté en varias oportunidades con artistas que venían a mi bar en Eldorado, hasta que conocí a Fausto Rizzani que fue quien me ayudó con todo esto y con quien estudié. Él fue quien me incentivó a grabar un disco, como para ir dejando un registro y además para poder ir marcando las etapas. Así de a poquito, me fui animando. Le hacía escuchar mis materiales a otros músicos y a la mayoría le gustaba, entonces eso me daba un poco de fe y de ánimo, para seguir avanzando”.
Artistas en escena
La intérprete contó que durante los trabajos de producción “participaron muchos músicos y artistas de la provincia, con quienes en algún momento compartimos y con el tiempo nos hicimos amigos, como por ejemplo ‘Flach’ que es el guitarrista de ‘Suena Sanfona’, de Jardín América, artista consagrado que estuvo en varias bandas, después estuvieron otros músicos como Gastón Machuca quien también participó en varias bandas, lo mismo es el caso de Matías Vázquez en el bajo. También estuvo Fausto en la primera guitarra. Además participó una fotógrafa de Eldorado, a quien conozco y me gusta mucho su trabajo. Asimismo se sumó una maquilladora y se terminó armando un equipo muy lindo. Igualmente hubo una parte actuada, donde participaron actores y actrices que también están iniciando, así que si el videoclip tiene éxito, creo que también sería abrir una puerta para los chicos que se están iniciando” confió.
En busca de un anhelo
Ana Mía contó que desde que tiene juicio de razón, siempre quiso ser cantante aunque “en mi familia, no hay ningún músico. Tengo primos que cantan, pero de los que conozco son pocos. Quizás hay una predisposición genética, pero desde que nací recuerdo que me gustaba cantar. Aprendí justamente en el jardín de infantes porque quería cantar. Recuerdo que mi mamá tenía una carpeta del coro de la iglesia, pero como no sabía leer no podía participar. Entonces aprendí antes de los seis años a leer para poder cantar, eso fue mi motivación. Estuve bastante tiempo buscando la manera de ver la posibilidad de acercarme a los artistas porque sola uno no puede, siempre se necesita la ayuda de algún profesional y de otros artistas que tienen más experiencia” observó.
Además, el esfuerzo para llegar a los escenarios fue también durante su adolescencia, donde siempre buscó la manera de acercarse al medio artístico “entonces busqué la manera de acercarme, siempre pensé cómo podía hacer para conocer gente que esté en el medio y sea talentosa. Vi que en los bares contrataban, así que conseguí un trabajo de moza. Así, pasaron los años y gracias a Dios pudimos abrir nuestro propio bar en Eldorado, que se llama ‘La Esquina’ donde la mayoría de los músicos misioneros deleitan al público con lo mejor de su repertorio. Así conocí a Alan Vera quien fue el primero que me escucho, él es de Montecarlo y fue justo en un momento que ya estaba quedándome. Él me convenció de que siga peleando un poco más. Después lo conocí a Fausto Rizzani, comencé a estudiar y enseguida me presentó a los integrantes de Néike Producciones, quienes fueron los que llevaron a cabo la gran producción del videoclip” detalló la artista.
A esto recordó su primera experiencia con el público, el cual guarda como un grato recuerdo: “Fue a los siete años en el culto de una iglesia cristiana donde me invitaron a cantar, ese día sentí que al público le gustó porque eso se siente en el aplauso de la gente, es algo distinto cuando a la gente le gusta lo que haces. Ese día fue como que algo me marcó y me dijo que tenía que pelear por ese sueño. Luchar para seguir escuchando ese aplauso” dijo al tiempo que agregó “después en el 15 de una amiga donde la mamá me dijo que cantara algo. Primero me negaba porque no había ensayado, ni había preparado nada, pero igual canté a capela y de nuevo sentí ese aplauso tan cálido y recordé aquella vez que era chiquita”.
Fue así, que la joven continuó persiguiendo su sueños, dentro de sus obligaciones cotidianas, sin bajar los brazos, hasta que en una ocasión, tuvo la oportunidad de participar de un casting que realizó el programa “Abre caminos” que se trasmitía por Canal 12 donde “me anoté, entré y participé. Aunque no quedé aquello me sirvió de experiencia” expresó.
Seguir el instinto
Desde joven, la artista sentía que su familia pensaba que aquellas ganas de cantar y actuar arriba de un escenario eran solamente “cosas de chicos, eso no le molestaba, pero tampoco me apoyaban, decían que sólo era un sueño más, que no tenía la posibilidad. Más teniendo en cuenta que Eldorado es un lugar donde no había muchos shows en vivo, no existía esa cercanía con los artistas locales. Recién ahora se le da un poco más de valor, pero antes no se veía eso, era casi imposible” comentó.
Mía durante muchos años insistió, una y otra vez, buscando la manera de aprender por lo que contó que “un tiempo también fui a clases con Carlitos Acuña, donde me enseñó bastante con el tema de las notas y sobre todo a encontrar un registro vocal, pero era todo ahí, no había ningún escenario, ninguna escuela, no había ningún lugar donde estudiar canto profesional, pero me amañaba en las opciones que tenía”.
Tiempo de crecer y avanzar
Durante la cuarentena la intérprete comenzó a reflexionar sobre su presente y la meta que se propondría de cara al futuro y sobre todo esas tareas que quedaron en “standby por el trabajo o cosas personales, también pensé que así como pasa con este virus, de que un día para el otro pasan cosas, uno no sabe qué pasará mañana con nosotros mismos. Eso me comía la cabeza y decía el día que me toque irme de este mundo, no me gustaría reprocharme de no haber cumplido mi sueño. Que por estar trabajando o estar ocupada, no pudiera realizar. Quiero que esto sea un recuerdo. Y por eso dije que tiempo para trabajar tendremos la vida entera, cuentas para pagar también, entonces decidí empezar y en medio del quilombo diario, las horas de canto son sagradas” señaló.
Al consultarle sobre los proyectos que se vendrán dijo: “Estoy súper ansiosa para lazar los dos videos nuevos, esta vez grabado en estudio y no al aire libre. Y una vez que se habiliten los shows en vivo, la idea será promocionar y despacito ir avanzando. Para mí más que un trabajo, la música es un hobby, una pasión que lo hago por amor al arte y quiero que mis artistas estén siempre bien pagos. Para mí lo más lindo y gratificante es compartir con la gente que nos quiera escuchar, eso que tanto nos gusta hacer”.
Finalmente la cantante recomendó: “Me gustaría decirles a todas aquellas personas que tienen un talento guardado y lo aman realmente, ya sea canto, pintura, lo que sea y que lo desean de corazón, que le pidan a Dios. Él siempre te abre una puertita, y después vos seguís peleándola”.