La tradición fijó el 29 de septiembre de 1919 como fecha de fundación de Eldorado. 101 años celebró el pasado martes una ciudad que se forjó a costas de los sacrificios de familias que llegaron en busca de una nación. Fue su trabajo y la visión de Adolfo Schwelm lo que en pocos años convirtió una porción de tierra virgen en un espacio con todas las comodidades para vivir.
Cultivos, comercios, escuelas, iglesias y, por supuesto, el cementerio, que antes de 1930 ya tenía un espacio demarcado.En el marco del aniversario de la Capital del Trabajo, la doctora Elida Haydee Arenhardt recordó los inicios de este rincón eldoradense.
Y aclaró que no siempre se utilizó el término cementerio. “Antiguamente se denominaban necrópolis, que proviene del griego (necro: muerto, polis: ciudad) y significa ciudad de los muertos.
Con el advenimiento del cristianismo y basados en la creencia que la muerte es un tránsito en este mundo, que al fallecer la persona lo que hace es dormir para posteriormente resucitar, se reemplazó el término necrópolis por el de cementerio que literalmente significa dormitorio.
Todos los lugares sobre la Tierra, donde existe población y no creman a sus muertos, tienen su cementerio con diversa fisonomía”.
Contó entonces que “en Colonia Eldorado el primer cementerio oficial surgió en la Comisión de Fomento Eldorado en el kilómetro 3, en una parcela donada por Adolfo Schwelm, localizado en la entonces denominada Picada 7, que a partir de 1935 se le dio el nombre de calle Manuel Belgrano. A dicho cementerio, en la actualidad se lo conoce con el nombre ‘La Piedad’.
“En sus inicios tuvo una doble administración, una por la Congregación Evangélica Luterana y la otra por la Comisión de Fomento Eldorado que se encargaban de los entierros.
Los fallecidos que no pertenecían a la Comisión de Fomento Eldorado, es decir, no tenían residencia en ella, debían abonar un canon diferencial, porque no contribuían con impuestos a dicha Comisión. Si nos atenemos a ello, era toda la población de la colonia que se domiciliaba al oeste de la Picada 12, entre 1929 hasta 1932”, apuntó.
E hizo hincapié en que “para continuar con el desarrollo del tema es importante destacar que lo que hoy conocemos como municipio de Eldorado otrora tenía otra organización política administrativa.
En dicho espacio se desarrollaban las Comisiones de Fomento Eldorado que surgió en 1929 y Eldorado Centro en 1936. Cada una tenía su independencia política administrativa, renovaban sus autoridades cada dos años y los cargos eran ‘ad honorem’”.
En 1935, la Comisión de Fomento Eldorado, que tenía 8 mil hectáreas de superficie solicita al gobernador del Territorio la anexión de otras 4. mil hacia el este, coincidiendo con una línea recta de norte a sur, desde el srroyo Piray Miní al arroyo Piray Guazú o casualidad que se superpone en parte con la Picada 13, luego avenida Córdoba y ruta naciona 12, recordó.
Agregó además que “en 1936 se crea la Comisión de Fomento Eldorado Centro, que limita al este con la Comisión de Fomento 9 de Julio que se creó en 1934 y al oeste con la Comisión de Fomento Eldorado, al norte con el arroyo Piray Miní y al sur con el arroyo Piray Guazú.
Quiero hacer una importante advertencia, mientras no se localicen las Actas de la Comisión de Fomento Eldorado Centro, será imposible conocer el verdadero devenir de Eldorado y sus acciones cotidianas, su conocimiento será parcial”.
“Continuando con el tema cementerio, ante el cobro de un arancel a los entierros en el kilómetro 3 que se domiciliaban fuera de la Comisión de Fomento Eldorado, por iniciativa del sacerdote católico Jorge Gottschalk, surge un segundo cementerio en 1932, en una parcela donada por Pedro Arenhardt, Este cementerio a diferencia del primero, separaba los entierros en parcelas distintas.
Por un lado los de religión católica y por otro los que pertenecían a la iglesia evangélica del Río de la Plata, se enterraban en el cementerio “San Juan” (Evangelische Johannesgemeide).
En los inicios, los responsables de gestionar las actas de defunción y los entierros eran los sacerdotes católicos y pastores evangélicos.
Luego de creada la Comisión de Fomento Eldorado “Centro” (1936) si bien era su deber y atribución cuidar y administrar los cementerios fue una gestión conjunta entre comisiones organizadas por los vecinos y las comisiones de fomento y/o el municipio”, destacó.
En síntesis, en época de la colonia las respectivas congregaciones religiosas se hacían cargo de los cementerios, al principio otorgaban las actas de defunción que luego de creadas las comisiones de fomento era una responsabilidad que les competía.
Luego con la jerarquización política y administrativa de Eldorado, la responsabilidad pasa al municipio, que mediante distintas ordenanzas establecen normas que deben ser cumplidas por las distintas congregaciones religiosas o las instituciones responsables de los cementerios. Con el paso del tiempo, se observa una notable decadencia de los cementerios católicos.
“El actual municipio de Eldorado, con 210 kilómetros cuadrados de superficie y una población que supera los 75 mil habitantes se ocupa de los dos cementerios (Km 3 y Km 11) que se originaron en la época de la colonia cuando estaban bajo la administración de la Compañía Colonizadora Eldorado, Colonización y Explotación de Bosques Limitada SA, las Comisiones de Fomento Eldorado (1929-1950) y Eldorado Centro (1936-1950).
De aquella época a la actualidad lo que varió fue el crecimiento de la población, la organización política del territorio en municipio Eldorado con su consecuente desarrollo en infraestructura, el cambio de las personas y/o instituciones responsables de la administración de las defunciones y la modificación de la superficie del campo santo.
También se cambió el sustantivo “Picada 18” por “Kilómetro 18”, cuando no se relaciona con la correlatividad numérica de la arteria central, relató Arenhardt.
El Cementerio Católico del Km 11
La profesora destacó que desde los inicios de la colonia, todas las personas fallecidas eran sepultadas en el cementerio del kilómetro 3.
Si no pertenecían a la Comisión de Fomento Eldorado, cuyo presidente era Adolfo Schwelm, debían abonar un impuesto extra para ser enterrados.
Por tal motivo el reverendo padre Jorge Gottschalk, a partir de 1931, comienza a realizar gestiones ante el gobernador del Territorio Nacional de Misiones, Carlos Acuña (1930-1935), y solicita permiso para instalar un cementerio en las cercanías de la iglesia Católica San Miguel.
Esta petición se concreta en 1932 por la donación de una parcela de media hectárea de parte de Pedro Arenhardt, que a su vez es uno de los padrinos de la Iglesia. Similar superficie donó a la Congregación Evangélica.
Dichas parcelas se deducen del sur-este del Lote 240 Sección E, mensura realizada por H. Whitaker en 1923 y localizado en la Picada 18, parcialmente actual calle Reconquista, espacio entonces administrado por la Compañía Eldorado, Colonización y Explotación de Bosques Limitada SA.
En 1936 se crea la Comisión de Fomento Eldorado Centro, que se hace cargo de la administración del cementerio recién en 1943. Como no se cuenta con las actas es difícil establecer un historial de las defunciones y/o entierros llevados a cabo a partir de esa fecha.
Por lo que se realizó un relevamiento sobre la base de lo que se visualiza en la actualidad. También hay que recordar que cuando se abrió la calle Andrejovich de acceso al campo de aviación se eliminó toda una hilera de sepulturas, por la ubicación en su mayoría pertenecían a niños.
Este cementerio separaba los entierros en católicos y evangélicos. En el caso de los católicos, en los inicios, los responsables de confeccionar las actas de defunción eran los sacerdotes de la Iglesia San Miguel. El padre Jorge Gottschalk firmó las actas desde enero de 1933 hasta marzo de 1938. De allí en adelante lo hizo el padre Francisco Pommerin hasta marzo de 1943, a pesar de que ya existía la Comisión de Fomento Eldorado Centro.
El padre Gottschalk era muy minucioso en elaborar las actas de defunción, donde destacaba datos interesantes: nombre y apellido, fecha de defunción y sepultura, nombre y apellido de los padres, edad, motivo de la muerte, si recibió el santo sacramento de la extremaunción, nacionalidad, estado civil y alguna otra característica. Llama la atención la elevada mortalidad infantil que se registra en ese período.