Esta localidad, que recuerda sus orígenes y atesora varias edificaciones que cuentan parte de su historia, cumple 143 años. En medio de la pandemia, así como la Fiesta del Tarefero y como los carnavales está en tiempo de reinventarse, pero nunca olvida sus comienzos y a aquellas familias que ayudaron al crecimiento de la zona sur de la provincia.
Concepción sigue manteniendo esas tradicionales casonas, muy bien conservadas, como la Casa de la Cultura, fiel exponente donde se albergan piezas arqueológicas, cuyo objetivo es dar a conocer vestigios jesuíticos de la región.
En las afueras, en la ruta provincial 105 entre Concepción y Santa María, en el Paraje 43, la pintoresca capilla San Roque, abandonada en 1945 todavía permite apreciar su arquitectura; una construcción de estilo inglés junto al imponente pórtico de la Tabacalera 43, dan muestra de la época de auge de esta empresa que fue cerrada debido a la declinación del cultivo.
Se conservan restos de construcciones en piedra o en adobes sobre basamentos de piedra, así como de obras complementarias de canalización y riego en los alrededores.
El Intendente de esta localidad, Carlos Pernigotti dialogó con PRIMERA EDICIÓN sobre el aniversario 143 de la ciudad, explicó que “esta es una fecha muy significativa para nuestra localidad que tiene tanta historia y la forjaron desde los guaraníes y jesuitas, así que saludo a cada uno de los pobladores”.
“Tenemos muchos proyectos, entre ellos significativos en la historia de Concepción de la Sierra, como el histórico Cabildo que recuperamos, con la ayuda de la provincia y del entonces gobernador (Hugo) Passalacqua, porque en su momento la vivienda era de un particular. En marzo se iba iniciar la restauración completa, hay un proyecto que está en Arquitectura (de la provincia) para empezar a restaurarlo y que sea un lugar turístico, pero lamentablemente tuvimos el tema de la pandemia. Sin embargo, esto está en plena vigencia para nosotros, preparado para que cuando indique la provincia se retomará y será muy importante por el impacto turístico de rescatar el cabildo. Este lugar era el cabildo de los aborígenes, de la época de los Jesuitas, donde estuvo Andresito Guacurarí y hoy está cumpliendo 401 años. Era la fábrica de pólvora de Andresito, es histórica para nuestro pueblo y la región. Queremos terminar de restaurarla para mostrarla a los visitantes”, explicó.
Por otra parte, Pernigotti indicó: “En la actualidad nos estamos cuidando y la gente se está cuidando para que no nos ingresen infectados a la localidad” en cuanto a obras públicas y servicios, Pernigotti explicó que “se siguió trabajando con el Iprodha y Vialidad en cordón cuneta, además hay muchas obras en ejecución, se está terminando parte de la Escuela Normal con el sector para magisterio y el playón”, dijo.
Reactivar la fábrica de pallet
El alcalde contó también que “tuvimos la buena noticia de resurgir la fábrica de pallet, de aserrín que en 2015 se paró por falta de fondos del gobierno nacional y la idea es que Nación nos pueda subsidiar esa planta porque nos beneficiará muchísimo a todos los aserraderos. El proyecto es interesante, esto lo iniciamos en 2013 y vino una parte del subsidio, se construyó el galpón, pero después no vino más para poder reactivarla. Hoy se está presentando el nuevo proyecto a la provincia para que se pueda construir la planta que será importante para nosotros porque se utiliza lo que los aserraderos queman, que es el aserrín y se desarrolla el pallet de aserrín es un producto que tiene el 15% más de valor calórico que el chip que se utiliza en los secaderos de yerba y se usa para generar energía. Esto va a favorecer a la zona, no sólo a Concepción sino a parte de Corrientes”, concluyó entusiasmado.
El recuerdo de su historia
Concepción de la Sierra se funda en 1619 como Reducción Jesuítica, con el nombre de Concepción de Nuestra Sra del Ibitiracuá; en esta primera etapa fue uno de los pueblos más importantes de la provincia jesuítica, sin embargo, como con todos los otros pueblos, la expulsión de la Órden marcó un quiebre y el pueblo cayó en decadencia. No obstante, Concepción tiene una segunda fundación cuando Misiones todavía era territorio nacional, dependiente del gobierno de Corrientes. El 27 de Septiembre de 1877 de acuerdo con la Ley de Fundación de Pueblo Agrícolas, promulgada el 3 de Septiembre de 1875, el gobierno de Corrientes, ordena la delineación de varios pueblos, entre ellos Concepción de la Sierra. Así este lugar histórico toma esta fecha como su día o Día del Pueblo.
La mensura estuvo a cargo del agrimensor Eduardo Matosso y se realizó entre el 2 de enero de 1879 y el 27 de febrero del mismo año. El pueblo se ubicó sobre la antigua Reducción Jesuítica y esto le dio a Concepción la Continuidad Histórica permitiéndole hablar con orgullo de sus 400 años de historia que el año pasado fue motivo de festejos muy significativos.
En el año 1976, un grupo de productores yerbateros pensó realizar un homenaje al trabajador de la yerba mate y crearon La Fiesta del Tarefero.
La trascendencia de esta fiesta popular fue tal, que en 1985 la Cámara de Representantes de Misiones instituyó al 9 de noviembre como Día del Tarefero.
El 26 de agosto de 2015 se declara en el Senado de la Nación Argentina la Fiesta Nacional del Tarefero a fin de darle rango nacional, incluyéndose dentro del Calendario Turístico Nacional Argentino.
Es una gran reunión familiar en la que se homenajea al trabajador que recolecta la yerba mate (principal actividad económica de la zona), compartiendo números artísticos para todas las edades. También en esos días de festival, existen competencias deportivas y de doma.
Atractivos y entretenimiento
En verano, Concepción realiza los desfiles de carnaval, del cual participan comparsas que practican a lo largo de tres meses a fin de competir luego en los carnavales provinciales. Generalmente se dividen entre comparsas de niños hasta 14 años y comparsas de jóvenes y adultos. Son de los carnavales más importantes de la provincia, que ahora piensan en volver con todo para el 2022.
Este pueblo basa su actividad económica en la madera, la cría de ganado y la yerba. Grandes extensiones de campo están destinadas a plantaciones de yerba y esto le valió el título de Capital Nacional del Tarefero.