Con el objetivo de identificar las condiciones sociales y ambientales que inciden en la sustentabilidad de la cuenca del arroyo Zaimán, un equipo de la Municipalidad capitalina inició la semana pasada un relevamiento que continuará al menos durante el resto de septiembre en los barrios de la zona, una de las que integran el proyecto del futuro Bioparque de Posadas.
Personal de la Dirección de Gestión Integrada de Cuencas Hídricas visitó el jueves pasado los barrios Santa Rosa y San José Obrero, en el marco de un cronograma preestablecido que abarcará también el barrio Kennedy, las chacras 29 y 28, y Parque Adam, entre otros núcleos del tramo inferior de la cuenca, que va desde el Acceso Sur hasta la ruta nacional 12.
El relevamiento implica “una caracterización social y ambiental de todo lo que tiene que ver con infraestructuras y servicios del lugar (cloacas, recolección de residuos, si tienen empedrado o cordón cuneta, las condiciones de los cursos de agua, rubros potencialmente contaminantes que funcionan allí), para identificar, predecir y valorar todo lo que pueda convertirse en un efecto o una situación a resolver para una gestión ambiental integral en la zona cuando se empiece a trabajar en el plan de manejo del Bioparque para ser lo más amigable posible con el ambiente”, describió a PRIMERA EDICIÓN el director de Vectores y Saneamiento de la Comuna, Emilio De Lima.
De Lima remarcó que el proyecto global del Bioparque está a cargo de la Secretaría de Planificación municipal, mientras que la Dirección General de Ambiente (a la que pertenece) “estamos en la etapa de diagnóstico, o sea, un reconocimiento del terreno y los primeros registros hechos por el equipo de trabajo”.
En ese sentido, les queda “esta semana, la siguiente y seguramente todo septiembre para abarcar el otro margen del arroyo Zaimán, que sería el barrio Sesquicentenario, 6 de Septiembre, Las Vertientes y otros barrios cercanos al Acceso Sur, hasta más o menos el A3-2. Esa sería la zona que tendríamos que avanzar en el relevamiento primario, que es el que estamos haciendo ahora”.
Pero al mismo tiempo “también identificamos a los actores, instituciones, organizaciones locales, comisiones vecinales, ONG, comedores, merenderos… Después, la siguiente etapa se harán reuniones de intercambio para ir trabajando sobre las problemáticas que ellos van identificando en el lugar y que nosotros todavía no registramos. La idea es que este trabajo sea participativo”, adelantó el funcionario.
Para el Municipio, la Cuenca del Zaimán tiene especial importancia debido a que se trata de “un ecosistema que conserva un alto porcentaje de sus componentes originales”, por lo cual se trabaja en una eficiente planificación del área protegida que integrará unas 330 hectáreas desde el Jardín Botánico y el futuro “Bioparque” hasta el ARA Zaimán.
330
hectáreas protegidas quedarán unidas en el futuro desde el Jardín Botánico-Bioparque, toda la Cuenca del arroyo Zaimán y la actual reserva natural ARA Zaimán.
La importancia de no tirar basura
En el mismo marco de la protección ambiental, pero en paralelo al proyecto Bioparque, la Comuna empezó a trabajar en el tramo medio de la Cuenca del Zaimán en la problemática de los incendios, “un problema recurrente en la zona del barrio A4, Cabo de Hornos y avenida 194 A, que es la que está detrás del barrio Тacurú, en la zona del ARA Zaimán”, describió Emilio De Lima.
En esa área protegida, “es recurrente la quema de mini basurales, la cultura de quemar los residuos, pastizales y restos vegetales, que luego genera cierto descontrol y a la vez graves incendios en la reserva”, lamentó el director de Vectores y Saneamiento de la Comuna.
Además, adelantó que mañana volverán a la zona del A4 “La Nueva Esperanza” para profundizar “el trabajo de sensibilizar a la comunidad en lo que se refiere a que en este momento está prohibida la quema tanto en zona urbana como en zonas rurales en toda la provincia, con intención de protegernos del peligro y a la vez de la contaminación”.
En ese sentido, los funcionarios municipales insistieron en que el humo que se desprende de estas quemas clandestinas “puede causar enfermedades respiratorias y alérgicas, deteriorar la capa de ozono y el medio ambiente”, además de provocar molestias a la ciudadanía y graves incendios, en caso de descontrolarse las llamas, que pongan en peligro a viviendas y personas.
La Municipalidad de Posadas recibe las denuncias respecto a estas malas prácticas a través de la Dirección General de Ambiente y Cambio Climático, a los teléfono 4449031 (de lunes a viernes, de 8 a 13) o 0800-888-2483.