A los 80 años, fallecía el 16 de agosto de 2020 el sacerdote, poeta y cantautor chamamecero correntino Julián Gerónimo Zini.
El reconocido artista, muy querido en la provincia de Misiones, había sido internado durante los últimos días de julio de ese mismo año en el Hospital Vidal por una afección oncológica por la que debió ser asistido.
Nacido en Paraje “El Centinela” de Ituzaingó, Corrientes, el padre Zini fue sin embargo anotado en San José, Misiones, el 29 de septiembre de 1939.
Julián Gerónimo fue el quinto de siete hermanos, hijo de Leoncio Gerónimo Zini y Celia Gallardo. En su biografía se destaca la infancia vivida en Paraje Cambaí, en Monte Caseros, a orillas del río Miriñay.
Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Menor en la ciudad de Corrientes, y los completó en el Seminario Mayor de La Plata (Buenos Aires). fue ordenado sacerdote en 1963 por Alberto Devoto, primer obispo de Goya. Desde entonces se desmpeñó como cura párroco en Mercedes, Curuzú Cuatiá y Goya todas en la vecina provincia de Corrientes.
En 1967 formó parte del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo junto a Miguel Ramondetti, Osvaldo Catena, Domingo Bresci, Luis Farinello, entre otros.
Más allá del camino religioso que eligió como opción de vida, el poeta, músico popular e intérprete hizo de su vida un camino compartido entre la fe y el amor que profesó por el chamamé.
Sus temas se hicieron muy populares en todo el país desde mediados de los ’80, especialmente a partir de la producción discográfica con “Los de Imaguaré” y “Reencuentro”. Las giras por toda la Argentina con “Neike Chamigo” dando charlas y recitales generaron conciencia respecto a la preservación patrimonial y defensa de las riquezas naturales de la región como el Acuífero Guaraní, el Iberá, las aguas de los ríos Paraná y Uruguay.
De su producción pueden destacarse los chamamés “Avío del alma” y “Memoria de la sangre”, con Julio Cáceres; “Camba Caridá”, con Edgar Romero Maciel; “La tierra no tiene dueño”, con Mario Velázquez; “Soy lo que soy”, con Blas Martínez Riera; “Tapera de mis recuerdos”, con Joaquín Sheridan; “Guitarra chamamesera”, con Nicolás A. Niz: “Como mi gente”, con Oscar Mambrín; “La Valija”, “Soy Región”, “Chamamesero”, “Atardeciendo”, “Herencia”, “La jaula”, “Amarillo”, el rasguido doble “María de Itatí”, con Mario Bofill; “Provinciano desterrado”, “Niña del Ñangapirí”, “Viejo peón”, “María de los lapachos”, “Junio y tu Adiós”, con Ricardo Gómez; “Nuestro Canto”, “Pimpollo”, “Confesión”, con Mateo Villalba, entre muchos otros, como los más destacados.