En los últimos años, el básquetbol femenino volvió a ganar el terreno que había perdido durante varias temporadas. Es por eso que en el Club Bartolomé Mitre le metieron ficha y volvieron a conformar un equipo femenino de primera división, con vistas a un futuro torneo de Liga Provincial, que está en proceso de rearmado aunque, por el momento, se encuentra en stand by por la pandemia de coronavirus.
El deseo de reactivar de manera oficial los campeonatos de las chicas siempre estuvo en carpeta de la Federación Misionera de Básquetbol. Y este año, debido al constante movimiento que genera esta disciplina, el proyecto se transformó en una de las prioridades.
Lamentablemente la pandemia llegó en un momento crucial y le puso un freno a estos proyectos, pero de todos modos los equipos ya se preparan para lo que sería una movida inevitable: la vuelta de los torneos de básquet.
Los conjuntos ya existentes, que vienen participando de los torneos organizados por la Fundación Vanguardia, esperan con ansias la reactivación de los certámenes oficiales; y otros, como el Club Mitre, resurgen después de varios años de ausencias en la mayor divisional.
Desde principios de este año, el Auriazul comenzó a delinear un equipo y hoy ya cuentan con alrededor de 20 jugadoras en un plantel que apunta a ser protagonista en los futuros torneos.
“La idea del club para esta temporada era presentar un equipo de básquetbol femenino de primera división, principalmente para participar en torneos de la región como Liga Provincial o los que organicen los clubes y también la Asociación Posadeña”, sostuvo a EL DEPORTIVO Mauricio Magri, el entrenador del equipo.
“Estamos trabajando ya desde hace unos meses con un plantel de alrededor de 20 chicas. El año pasado ya se disputaron varios torneos, organizados por la Fundación Vanguardia, pero no pudimos jugar porque no teníamos equipo. Entonces este año la idea es participar en la mayoría de los torneos posible. Inclusive en las primeras reuniones de la Federación se había hablado de que se iba a armar la Liga Provincial Femenina y queremos apuntar a esa competencia”, expresó el coach.
Se desperdició mucho tiempo y aunque hace alrededor de dos años hay actividad, hoy la apuesta de que las chicas vuelvan al manto de la FMBB es firme, todo gracias al notable crecimiento y la fuerza que tomó la disciplina en estos últimos tiempos.
“Es una deuda pendiente del básquetbol misionero el darle más manija al básquet femenino. Hace muchos años que no se venía jugando y recién hace dos más o menos se comenzó a retomar la actividad. Este año venía con más fuerza, sobre todo por la cantidad de equipos que iban a presentarse a la Liga Provincial, pero debido a la pandemia ese anhelo se vio algo truncado, al menos por el momento”, subrayó Magri.
Además agregó: “Sabíamos que por lo menos ocho equipos iban a participar esta temporada de los torneos. Eso demuestra que se está trabajando bien, que las chicas están con ganas de jugar y que los clubes le están dando un espacio que se había perdido años atrás”.
Magri también contó que pese al aislamiento no dejaron de lado la actividad y ahora están aprovechando el máximo estos días de prueba piloto de deportes grupales. “Hicimos entrenamientos, jugamos cinco contra cinco aprovechando esta prueba piloto, pero a modo recreativo porque recordemos que si bien estuvimos en contacto vía online e hicimos capacitaciones, las chicas no competían entre sí desde marzo”, aclaró.
Finalmente, Mauri, que es asistente de Javier Stassi en el equipo masculino Auriazul, destacó que los objetivos para esta temporada, tanto como para los mayores como para las formativas, son pelear lo más arriba posible como lo vienen haciendo todos los años.