En ese sentido se trabajará para definir con Aerolíneas Argentinas y las low cost una alianza empresarial y turístistica para el regreso a la actividad.
El anuncio del Gobierno nacional es que los vuelos de cabotaje comenzarán a operar a partir de la segunda quincena de julio, con servicios entre provincias y también desde y hacia Buenos Aires y en esa primera etapa todas las operaciones estarán concentradas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, debido a que el Aeroparque Jorge Newbery estará cerrado por obras y El Palomar mantiene su situación de indefinición.
“Estamos elaborando un cronograma con Aerolíneas Argentinas que procuraremos validar mañana con el Ministerio de Salud para la realización de vuelos regulares semanales, que no tendrán las frecuencias de la normalidad pre pandemia, pero la idea es contar con entre 32 y 38 vuelos semanales”, detalló la agencia Télam y agregó que la apertura será “para todas las compañías”.
En el protocolo con el que operarán, está contemplado que lo hagan ocupando hasta el 70% de capacidad de pasajeros de los aviones. Para llegar a esa cifra deberán trabajar fuertemente hasta recuperar la confianza de los clientes.
Con mayores posibilidades
Desde que se diseña una planificación para el desempeño de hoteles y otros sectores vinculados al rubro del turismo, pos pandemia, destinos como Misiones aparecen como los que mayores posibilidades tienen de ser prioritarios ante la demanda. ¿El motivo? Los turistas argentinos en principio, los regionales posteriormente y los internacionales tal vez en 2021, buscarán turismo de naturaleza, lejos de las aglomeraciones y siempre con cuidados sanitarios básicos que generen confianza.
Pensando en los misioneros, donde seguramente trabajarán los hoteles más pequeños, cabañas y lodges, las escapadas de fin de semana podrían convertirse en las “estrellas” de la actividad. Algo similar para la llegada de visitantes de otras provincias argentinas, además de las Cataratas del Iguazú o Misiones Jesuíticas, Moconá y el Parque de la Cruz de Santa Ana.
En el sector empresario hay un gran debate respecto de la conveniencia de abrir o trabajar. Especialmente en Iguazú donde saben que el flujo de turistas no será igual al tiempo previo a la llegada de la cuarentena por COVID-19. Más decididos están en otros destinos que vivieron antes del parate total de un menor grupo de visitantes.