Cuando comience febrero, el aislamiento obligatorio quizá quede sólo en el recuerdo de una época difícil. Con esta esperanza, los creadores e integrantes de la scola Maracaibo Samba Show esperan revivir los años de gloria del Carnaval en la Zona Oeste, donde entregarse al ritmo y al baile marcó una época inolvidable.
“Nuestra comparsa fue la primera que se organizó en Villa Cabello y dio el puntapié inicial a los corsos del Oeste. Cumplimos 35 años y, aunque pasaron muchas cosas, de alguna manera siempre estuvimos relacionados con este movimiento social fuerte, que cumple un rol de contención muy importante en los barrios”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Roberto Cubas, impulsor del fenómeno que atravesó sus vidas personales al punto de que hizo posibles muchas uniones matrimoniales. Hoy, los hijos y nietos de ese “carnaval toda la vida” son el semillero de una celebración pública de alegría y optimismo.
“Dejamos de estar detrás de los instrumentos hace bastante tiempo, pero no quisimos pasar por alto este aniversario, además porque somos muchos los que tenemos ganas de revivir esa alegría inmensa que sentíamos por la música, por la vida”, rememoró.
El desafío que tienen por delante es volver a recuperar instrumentos para los ensayos y por eso el 20 de junio próximo harán una gran venta de pollos para reunir fondos.
“Veníamos hablando sobre la posibilidad de hacer algo y ahora nos decidimos a organizar la movida. Como primera acción empezamos a buscar a nuestros compañeros de aquellas épocas, por redes sociales, ya logramos sumar a más de 30”, destacó el hombre.
“Tenemos que empezar de cero, deberemos volver a invertir porque no quedó ni un solo instrumento. La idea es que una de las noches de Carnaval nos permitan volver a hacer el desfile en la avenida Eva Perón para festejar los 35 años y la vuelta de Maracaibo a los corsos”, adelantó.
Una callecita alegre
Un pasaje de la chacra 150, donde funcionan actualmente un conocido supermercado y una sucursal bancaria, fue la que se iluminó por primera vez con el brillo de la murga. Como se trató de un fenómeno sin precedentes, la fiesta se agrandó y copó toda la avenida Eva Perón hasta Tacuarí, donde terminaba el desfile.
“Fueron muchos años en los cuales hicimos muchas cosas y las comparsas tuvieron su época dorada. A Maracaibo se le sumaron otras: Los Tigres del barrio Judicial, San Batuque de La Querencia, Fantasía Tropical de la chacra 149, que después se cambió el nombre por Jacarezinho”, rememoró.
“Los chicos que aprendieron a tocar conmigo se preocuparon en crecer, mejorar y hoy son muy buenos exponentes. Allí también nació y tuvo su desarrollo Carioca Samba Show”.
Según Cuba, “fuimos pioneros aquí llevando un verdadero show a las calles, incluso los primeros en poner bandas y cantantes conocidos en la carroza para animar el despliegue. Era lo más esperado para bailar”.
El auge se mantuvo por algunos años, pero cerca de los años ’90 la gloria comenzó a declinar. Hubo muchos intentos para devolverle el brillo, pero fracasaron porque la gente no participaba. Recién en 2015 una nueva camada de jóvenes rearmó Maracaibo con la bendición de sus creadores y volvieron a resurgir los corsos del Oeste.
“Unas ocho mil personas se juntaron entonces en la plaza Sarmiento y nos dieron la pauta de que había una necesidad de volver a plantar la semilla del carnaval en los barrios”, aseguró.