El cacique de la aldea mbya “Ivy Poti 2”, Lorenzo Benítez, músico popular y gran violinista al que con cariño llamaban “Geniolito”, falleció el jueves 21 de mayo de 2020 en el hospital de San Ignacio, donde estaba internado desde dos días antes.
Según el sitio Misiones Historia, “Lorenzo Benítez nació en Paraguay pero de muy chico cruzo el Paraná. Como todo paisano mbya no tuvo por qué conocer limites convencionales ni nada de lo que los Estados blancos condicen. Lo cierto es que su oído ya traía de aquellos lares alguna que otra tonada singular”.
“De joven emprendió la ruda contienda de la tarefa. Allí conoció los avatares del jornalero mal pago, pero también obtuvo su primer violín. Y, en esos ratos libres- que cada vez solían ser más largos- ejecutaba aquello que su instinto demandó. Ni bien sintió el cimbronazo de las cuerdas, “Geniol” (apodo dado por el patrón en una ocasión en que éste se hallaba enfermo y ante la sugerencia de ir al al médico el músico solo pidió ese popular analgésico) antes de ser “Geniolito”, tomó el instrumento y se echó a andar”.
Agrega el portal web que “recordando a aquel pariente que en Paraguay tocaba el mbaraka, su labia de karaí musiquero se hacía plegaria de aldea en aldea, antes de llegar a la ciudad. Cuando conoció San Ignacio probablemente sintió que ese sería su lugar. Es que el entorno de las ruinas, con sus turistas, mujeres y paisanadas era el escenario soñado como para vivir y tocar. A partir de allí solíamos verlo por la esquina de Mandagarán o por algún que otro de los negocios cue, siempre con la mortadela en trozo, un vino tinto y un cacho de pan. ‘Geniolito’ ya se había transformado para entonces en un artista popular, un referente más de nuestra cultura”.
“Sin embargo y, paradójicamente su semblante no tuvo mengua ni nada que lo pueda perturbar. Siguió siendo el hombre simple, ese que habla poco, mira y asiente. Un hombre que camina por la vida con su violín a mano alzada y de a oído, mientras ejecuta con determinación aquello para lo cual el destino lo preparó”, finalizaba la semblanza.