Poco más de 48 horas de ocurrido el asesinato, el cuerpo de Faustina Antúnez (57) volvió a esta localidad para que recibiera sepultura. En tanto, quien era su pareja, el exalcalde Arnoldo Schoenfisch (49) evoluciona en Posadas de la herida de bala que recibió en la cabeza. Mientras, el hijo de ambos, aguarda detenido en Eldorado su comparencia ante la Justicia como el principal sospechoso de haber disparado a sus padres.
Alrededor de las 7 de ayer, los hijos y familiares de Faustina la aguardaban en el Salón de Usos Múltiples, ubicado a la altura del kilómetro 28 de Santiago de Liniers para velarla y darle el último adiós. Durante el tiempo que estuvo en ese lugar, sólo los más cercanos se habían reunido junto a ella, presumiblemente por las recomendaciones para evitar una gran aglomeración en el lugar por el COVID-19.
Finalizado el responso, el cortejo fúnebre la acompañó hasta el cementerio local. Allí sí se acercó una mayor cantidad de gente, principalmente los vecinos que le ofrecieron sus respetos a una persona muy valorada en la comunidad. La ceremonia culminó alrededor de las 14 y en parte fue el cierre de una larga madrugada que se desató minutos después de las 4 del jueves, cuando la pareja sufrió el ataque en la habitación de la vivienda.
El hijo único de ambos, de 18 años, permanece detenido en la ciudad de Eldorado a la espera de su traslado que todo indica que sería mañana hasta la sede del Juzgado de Instrucción 1, para que declare en indagatoria ante el magistrado Horacio Saldaña. Las pruebas recabadas por los investigadores de la Unidad Regional III apuntan contra el joven como el autor de los disparos.
El informe acerca de los exámenes de guantelete de parafina que le practicaron al sospechoso como así también a sus padres (para tener un indicio acerca de la autoría de los disparos), sumado a numerosos testimonios, estarán listos para que sean evaluados por el juez cuando el joven le pregunten sobre lo ocurrido. En principio todo indica que podría ser imputado por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado en grado de tentativa”.
Padre y madre baleados
Según los dichos de una parte de los testigos (circunscriptos al entorno familiar) que hasta el momento tiene la causa, Arnoldo Schoenfisch apuntó a su hijo como el que se había “mandado una cagada”.
A las 4.20 de la madrugada del jueves 14, la comisaría de Santiago de Liniers tomó conocimiento del hecho. Tanto Arnoldo como Faustina fueron atendidos de urgencia en el SAMIC de Eldorado pero la mujer prácticamente llegó sin vida. Tanto ella como su marido tenían disparos en la cabeza que abrió en eso momento tres hipótesis.
Había ocurrido un robo, un femicidio seguido de intento de suicidio o el responsable estaba en el mismo círculo familiar.
Los dichos del hermano de Arnoldo fueron tomados con la mayor seriedad, cuando contó que tras escuchar el pedido de ayuda, el exintendente le dijo que su hijo había sido el responsable. Pero debían descartar las otras hipótesis. En la casa no faltaba nada, la pareja tenía una excelente relación y hace años que vivían juntos. Sólo quedaba una la del hijo como autor del ataque.
Los investigadores supieron que en los últimos tiempos no había buena relación entre los padres y el joven. Actitudes de rebeldía que los progenitores intentaron corregir y que provocaron que el adolescente comentara que “los iba a matar”. Parecía un simple enojo, pero que luego llevó a la práctica, al menos esa es la principal línea investigativa que maneja la Policía y el Juez.
El testimonio de Arnoldo Schoenfisch es clave para confirmarlo y esclarecer lo sucedido.