Un robo audaz fue el que cometieron delincuentes en la madrugada de ayer, al llevarse una lancha desde el sector de exhibición de una concesionaria. Tras ganar la calle la trasladaron subrepticiamente como mínimo por más de 20 cuadras hasta dejarla estacionada en el barrio A-3-2. Horas después, la policía la recuperó antes de que lograran llevarla hacia el río Paraná.
El ilícito habría ocurrido en un lapso comprendido desde las 4 en adelante y presumiblemente antes que amaneciera. Al menos antes de esa hora una cámara de vigilancia no tomó movimientos extraños.
PRIMERA EDICIÓN pudo conocer de primera mano cómo los malhechores ingresaron al lugar para llevarse la costosa embarcación. El local comercial dedicado a la venta de vehículos donde estaba la lancha está ubicado sobre la avenida Francisco de Haro, casi en su intersección con Comandante Espora.
Una persona vinculada a ese comercio relató a este Diario que cuando llegaron a primera hora de la mañana notaron que una de las grandes puertas que dan a la avenida estaba abierta. Enseguida se dieron cuenta que faltaba la embarcación. Se trataba de una Quick Silver con motor Yamaha 150, de apenas 30 horas de uso, la cual tiene un valor de mercado cercano a los 20 mil dólares, casi 2 millones de pesos según la cotización del dólar “solidario”.
Los dueños de lo ajeno habrían utilizado una barreta para violentar el ingreso. Para sacar el bote, primero movieron el tráiler en el que estaba montada otra lancha de similares características.
Era más fácil llevarse esa, pero tenía un detalle relevante, la hélice del motor había sido desarmada. Desde la concesionaria deslizaron que claramente querían la que más rápido podía ser usada, una que estuviera lista presumiblemente para transportar cigarrillos de contrabando o estupefacientes, y esa fue la que se llevaron.
Pudieron saber hacia dónde se dirigieron porque en el piso de la vereda y el asfalto quedaron rayones de la punta en la que se apoya el tráiler. La engancharon a algún vehículo, la llevaron algunos metros en contramano por Francisco de Haro y luego doblaron por la calle Lorenzini hacia el Este hasta su destino, al menos momentáneo.
Tras realizar la denuncia policial en la seccional Tercera, con colaboración de los investigadores de la UR-X, comisaría Décima, rápidamente lograron ubicar el objeto robado en la manzana 23 del barrio A-3-2. Los ladrones la transportaron aproximadamente por cuatro kilómetros, hasta dejarla estacionada en una calle del barrio “enfriándola”.
Probablemente iban a aguardar hasta la noche para llevarla hacia el río, tal vez hacia la bajada de lanchas que está cerca de allí, a la altura de Miguel Lanús.
Trasladarla hacia la ruta 12 con los controles de circulación por la pandemia, en principio hubiera sido lo menos factible.
En presencia de testigos el elemento fue secuestrado y el caso informado al Juzgado de Instrucción en turno.
Finalizadas las pericias de rigor, la lancha y el respectivo motor iban a ser restituidos. La investigación continúa con el análisis de cámaras de seguridad para identificar y detener a los autores del robo.