De acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia practicada sobre el cuerpo de Carlos Silva (44), se pudo establecer que recibió un golpe en la nuca y otro cerca del oído izquierdo, ambos desde atrás. También un tercer impacto a la altura de la nariz entre los ojos. Se cree que todos fueron con una piedra de gran tamaño que se secuestró en el lugar del ataque, el domingo pasado en el barrio Ñanderoga de esta localidad.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el único sospechoso del crimen será llevado hoy ante el juez de Instrucción de Puerto Rico, Ricardo Manuel Balanda Gómez.
El sospechoso tiene 22 años y es un vecino de la víctima y el día del homicidio, durante la noche del domingo, ingerían bebidas en un corredor lateral de una de las casas ya que son vecinos. La hermana del supuesto autor y otros residentes en la zona, serán llamados a declarar en los próximos días.
Según trascendió el día que el crimen fue perpetrado, una mujer vio cuando el agresor golpeaba a Silva con saña.
La gran cantidad de sangre que perdió la víctima resaltó que los golpes fueron extremadamente fuertes y con un elemento muy duro ya que primeramente se pensaba que también lo habían atacado con una tabla de pino.
Este elemento quedaría descartado porque las primeras pericias indicaron que los golpes que mataron a Silva corresponden a propinados con una piedra o un objeto pesado de similares características.
Hasta el momento se sabe que, la discusión comenzó cuando la víctima se quería ir a su vivienda, distante a menos de treinta metros del hogar de su vecino en donde estaban reunidos. El principal sospechoso es un joven de 26 años y tras el hecho, fue detenido inmediatamente por efectivos de la comisaría local.
Exceso de alcohol
La pelea que terminó con la vida de Carlos Silva tuvo como protagonista a un vecino de 22 años que se ofuscó porque la víctima decidió irse a dormir por la pronunciada borrachera de todos los participantes de la reunión.