Un efectivo de la Policía de Misiones fue detenido durante la tarde de este jueves en un operativo ordenado por el juez de Instrucción 2 de Oberá, quien lo investiga en una causa por acoso virtual o “grooming” y “abuso sexual con acceso carnal” cuya víctima es un niño de 11 años domiciliado en la localidad de Guaraní.
La aprehensión se realizó tras los rápidos movimientos de los integrantes de la Comisaría de la Mujer de Oberá, Unidad Regional II, a quienes recurrió la madre del menor hace pocas horas para denunciar los delitos.
Investigadores de la UR-II fueron solicitados para el operativo de detención que se concretó hoy por la tarde en el patio de la vivienda de la víctima.
Hasta allí llegó el presunto abusador, un agente de la división Montada de Posadas, de 24 años y quien creyó que se iba a volver a encontrar con el niño, a quien aproximadamente un mes antes habría violado provocándole lesiones físicas y psicológicas que fueron detectadas de inmediato se registró la denuncia.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN señalaron que el niño fue captado y timado a través de un contacto en un juego de redes de internet, “Free Fire”, que utilizaba con su celular.
La víctima fue acosada desde dos teléfonos celulares, según las mismas fuentes, pero que pertenecerían al mismo sospechoso. El menor creyó que se trataba de dos adolescentes o niños como él. Pero el acoso virtual continuó con imágenes constantes de pornografía y pedofilia hasta que aceptó encontrarse con quien resultó su victimario y sufrió el ultraje en un descampado.
Ese relato fue ratificado en sede policial luego de contárselo a la progenitora de la víctima.
El juez Alarcón autorizó el procedimiento y el presunto abusador acudió a la cita seguro de que había sido el menor quien lo contactó, pero al llegar se topó con los pesquisas de la UR-II, quienes lo redujeron y trasladaron a la comisaría Quinta de Oberá a disposición del magistrado y la continuidad de las actuaciones.
Con la detención concretada, se allanó la vivienda del presunto acosador y violador y allí se secuestraron tres celulares. Los dos primeros y que se sospecha utilizaba el victimario para engañar al menor, los policías de los descubrieron entre la ropa que tenía puesta.
Los teléfonos móviles serán remitidos a la Dirección Cibercrimen en Posadas para ser peritados a fin de dar con más pruebas, entre ellas, archivos y registros que acrediten el conocimiento del agresor y el niño.
La trampa tendida a través del grooming, es similar a la que utilizó el docente condenado hace pocas horas en juicio abreviado a catorce años de prisión. Si se comprueban las sospechas en este caso, la perspectiva de pena es superior a los 20 años de cárcel efectiva.