La fundación “Por la Sonrisa de los Niños” de Puerto Esperanza organizó una colecta de alimentos no perecederos que luego son repartidos entre los vecinos más necesitados.
“Decidimos pedir permiso y comenzar la campaña porque hay muchas familias que la están pasando muy mal con esto del aislamiento obligatorio, no pueden salir a trabajar, no pueden salir a comprar porque no tienen con quién dejar a sus niños, algunos son discapacitados, los abuelos no la pasan bien… La gente acá en Puerto Esperanza es muy solidaria y dona mercaderías”, contó una de las integrantes de la fundación a PRIMERA EDICIÓN.
Toda la semana pasada se movilizaron para juntar las mercaderías, “siempre pensando en lo más útil y necesario, para que pueda cocinarse algo. Tuvimos el caso de un abuelo que llevaba tres días comiendo paltas de su patio, porque no tenía otra cosa. Nuestra idea es llegar a estas personas hasta tanto llegue la ayuda del Gobierno”, explicó.
La integrante del grupo solidario remarcó que “respetamos todas las medidas de seguridad, pedimos la autorización para circular y así nos cuidamos entre todos. Ya llegamos a 15 familias y esperamos seguir recibiendo donaciones para poder llegar a más en lo que resta de estos días de aislamiento”, indicó.