Lo hicieron atentos a la advertencia de la comunidad científica según la cual las personas pueden ser portadoras del virus, pese a no tener síntomas específicos como fiebre.
Leonardo comentó que al llegar a la Argentina profesionales médicos les respondieron que si no teníamos síntomas no se preocuparan.
Ambos son oriundos de Mar del Tuyú pero emigraron a China y tenían previsto regresar a la Argentina para esta fecha.
Salimos del avión, pasamos por migraciones, nos preguntaron de qué vuelo veníamos y seguimos, en Buenos Aires no había nada, ni un anuncio”, declaró Leonardo a quien le llamó la atención no haber sido inspeccionado dados sus reiterados viajes al país asiático.
El joven comentó: “En China nos controlaban todo el tiempo y acá no nos hicieron ningún control. No es tan difícil tener un control de los vuelos a China”.
Los hermanos no presentan síntomas ni fiebre, pero de todas formas decidieron tomar precauciones. Alquilaron un departamento en la Ciudad de Buenos Aires y están en cuarentena por decisión propia. “Tratamos de aislarnos y solo hemos salido una vez a comprar comida. Tenemos barbijos porque compramos allá. Acá no hay”, explicaron.
Para Crespo, abogado que hizo una maestría en comercio internacional en la Universidad de Nankaid, debería haber más controles. “No queremos generar pánico pero sí que se tome conciencia de la magnitud. Hay cosas que se pueden hacer. Nos sorprendió que acá no haya ningún tipo de control mientras en el resto del mundo hay hace tiempo”, declaró.
Leonardo trabaja en una empresa en Foshan, pero pasó los días de aislamiento en Tianjin, donde viajó para pasar Año Nuevo con su hermana y el novio. Ahí estaban cuando empezó la epidemia.
“Unos días antes del Año Nuevo Chino se comentó que había un virus nuevo. Después se tomaron medidas drásticas como suspender todas las actividades públicas, cerrar los parques. La recomendación era que la gente esté en las casas y sólo salga cuando sea necesario, Por supuesto, el uso de máscaras era obligatorio”, afirmó Crespo.
Esos días los pasaron encerrados. “Solo salíamos para comprar comida y nos turnábamos. Fue complicada la incertidumbre de no saber hasta cuándo iba a durar. Pero dentro de todo la pasamos bien en comparación a otra gente”, concluyó.
Fuente: Agencia de Noticias NA y Medios Digitales