Millones de personas en el mundo buscan sus orígenes y en Misiones quienes hoy rastrean sus antepasados lo hacen principalmente para obtener la ciudadanía europea, aunque otros tantos van por el mero hecho de encontrar a sus ancestros y sentirse miembros de un clan, reconociendo su linaje.
Basta con visitar una oficina en el centro de Posadas para revivir historias, momentos, situaciones y anécdotas que las personas recuerdan haber escuchado de sus abuelos, tíos o parientes más cercanos. “Lo que más nos conmueve son las historias de personas que han sido adoptadas y llegan acá con apenas un nombre y logran rearmar su vida con lágrimas que corren en sus mejillas”, confiesa Mario Romero, uno de los directores voluntarios de Centro de Historia Familiar de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días en esta capital, uno de los más de 4.600 centros distribuidos en más de 126 países.
Pero ¿cómo buscan los antecedentes familiares? Ahora se realiza por Internet, ingresando a la página de la organización genealógica más grande del mundo, FamilySearch, perteneciente a los mormones, quienes con grupos de voluntarios salieron a recorrer el mundo en busca de datos desde 1894. Actualmente, más de tres millones de personas se valen de sus registros para encontrar su historia familiar.
Si bien cualquier persona puede acceder a los datos desde su computadora ingresando a FamilySearch.org, también puede asistir al Centro Histórico en Posadas, como lo hacen muchos para ser guiados por quienes ya llevan años hurgando en los registros, como los actuales responsables Mario Romero, su esposa Marta y Rosa Gómez, quien también asesora a los centros de Historia Familiar que funcionan en Eldorado y Oberá.
Cada vez son más los que deciden crear su árbol genealógico. “A veces viene una persona sola y luego ya en la próxima visita suma otros miembros de la familia. Es una celebración ir encontrando documentos auténticos que fueron microfilmados donde vemos el nombre de nuestros antepasados en su bautismo, casamiento o defunción”, explica Mario entusiasta.
Disponerse a buscar a la familia hace que “sintamos mucho amor, yo siento que es dulce encontrarlos”, dice Marta y Rosa confiesa que “es una gran satisfacción poder satisfacer el deseo de quienes vienen a buscar a sus ancestros”.
En la oficina climatizada y preparada con cuatro computadoras se van armando historias como la del matrimonio húngaro “que llegó acá buscando datos, nos tomamos el tiempo, vinieron varios días hasta que lograron completar y partieron felices”, confiesa Mario. Marta agrega que “la gente hasta zapatea de alegría y nosotros celebramos con ellos el hallazgo, porque el rastreo muchas veces toma su tiempo, pero lo encontramos”.
Mientras tanto, la búsqueda de más registros de la historia de la humanidad continúa con voluntarios de la Iglesia, como los que estaban en la Catedral de Buenos Aires microfilmando documentos históricos, para seguir uniendo familias.
En búsqueda de sus ancestros
La búsqueda puede comenzar como un pasatiempo, una necesidad de pertenencia y terminar en una obsesión. Esto fue lo que casi le pasa a Marta Romero, quien no solamente encontró sus orígenes y sigue buscando, sino que además hasta siente “como una necesidad de continuar”.
“Yo siento algo tan especial que cuando pasan varios días y no lo hago es como que me falta algo por hacer, incluso tengo experiencias de levantarme una mañana y que me martille el nombre de una tía. Me levanto, me estoy bañando y me martillaba ese nombre. Entonces fui al registro y no sólo la encontré, también encontré a su esposo, y sentí que todo estaba bien”.
Quienes deseen conocer su propia historia tienen que tener algún dato, un nombre y apellido, y comenzará la búsqueda. De martes a viernes atienden de manera voluntaria y totalmente gratuita en la sede de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de lo Últimos Días, en calle Córdoba y avenida Roque Sáenz Peña de Posadas.
Allí pueden acceder a los registros todas las personas, no solamente quienes pertenecen a la Iglesia mormona. El teléfono es 376-4423275.
Para los veladores de esta gran historia, la familia es fundamentar para todo ser humano. Es tu origen y, al conocerlo, se sumarán historias de vida y se recordarán anécdotas.