Ayer se llevó a cabo la reunión de la en la cual se definió la distribución de los cargos del consejo administrativo. Casi la totalidad de la cúpula anterior fue reelecta para continuar en sus funciones. Solamente un puesto tuvo una variación con el ingreso de Ricardo Velázquez como pro secretario, en lugar de Nicolás Romero Benítez.
Así, Alberto Romero fue reelecto como presidente de la cooperativa, mientras que su hermano Bonifacio Romero conservó el lugar de vicepresidente. Nicolás Villaverde continuará como secretario, en tanto que Héctor Fernando Acosta fue reelecto como tesorero y Pedro Domínguez como pro tesorero.
Los consejeros titulares serán Nicolás Villaverde, Leonida Kumm y Omar Ortega. Los suplentes Nicolás Romero Benítez, Miguel Molina y Tomás Rodríguez. Mientras que el síndico titular será Rául Galeano y el suplente Ramón Soley Chávez.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el nuevamente titular de la CEEL, Alberto Romero afirmó que “no era mi deseo ser reelecto pero tuvimos una reunión con el consejo y me pidieron que siga un tiempo más en este rol porque estamos dentro de un contexto difícil donde hay que hacer muchas gestiones y entendiendo que tenemos una puerta abierta a nivel provincial y somos bien reconocidos, por eso seguiremos al frente al menos transitoriamente para continuar gestionando lo que necesita la cooperativa”.
En relación al déficit por más de 124 millones de pesos que presentó el balance y la memoria del 2019, aprobado por la asamblea de delegados el pasado miércoles, Romero indicó: “Sabemos que es una situación difícil que está atravesando el país porque hace cuatro años todas las empresas venimos arrastrando momentos complicados, principalmente las que nos dedicamos a los servicios que son tan sensibles y necesitan inversión, y además estar con una tarifa regulada hace que muchas veces sea imposible afrontar los costos reales”.
“Nosotros tuvimos muy poco incremento en facturación pero sí sufrimos mucho más aumentos en los costos. Eso hace que se produzca el déficit, sin embargo tenemos esperanzas que el rumbo económico mejore, a nivel país, y que se aplique una política energética diferente a la que tuvo el gobierno anterior a través de Cammesa”, consideró.
Al mismo tiempo agregó: “Desde la Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones (FECEM) se está dialogando a nivel provincial para lograr una reducción en la facturación de nuestra compra de energía. No hay otra manera de afrontar la situación en lo económico. Sabemos que hay mucha buena disposición del Gobierno provincial en las reuniones. La situación de las empresas locales que se han cerrado también nos afecta, por ejemplo, algunas están produciendo un 20% de lo que generaban antes y por eso consumen menos energía, eso nos genera un importante bache a nosotros. Todo es un problema”.
Sobre los objetivos a los que apuntará por ser reelecto en el cargo de presidente, dijo: “La idea es seguir trabajando para mejorar, ajustando algunas cosas, pero dependemos mucho de la política nacional para que se solucione la situación de las cooperativas que distribuimos en áreas minoritarias en comparación con otras ciudades grandes. Pero a pesar de los problemas económicos que atravesamos seguimos prestando un buen servicio, Eldorado sigue teniendo una cooperativa que presta el mejor servicio”.
“Queremos pedir paciencia al socio, sabemos que ellos también están pasando momentos difíciles en su hogar, y por eso a veces no pueden afrontar los costos de las facturas. Tuvimos más de dos mil planes de refinanciación en este período por casi 40 millones de pesos, eso quiere decir que estamos entendiendo las problemáticas de los socios. También hay que comprender que una cooperativa puede seguir funcionando cuando se pagan las facturas”, sentenció.
Por su parte, el reelecto tesorero, Fernando Acosta, al ser entrevistado por Canal Cuatro de Eldorado, señaló: “Fue un año complejo por la realidad del país, donde la energía que es el primer bien que comercializamos aumentó casi 4.000% en estos cuatro años. Además, el índice de desocupación creció y eso significó el cierre de comercios. Pese a todo, la cooperativa mantuvo sus actividades esenciales, no se despidió personal, siguen los 287 empleados. Fue un año que sobrevivimos”.
“El ejercicio anterior no tuvo el resultado que esperábamos pero hay que remarcar que otras cooperativas como las de Oberá y Puerto Rico también tuvieron un cierre negativo. La crisis es general”, finalizó.