La Secretaría de Energía provincial, que dirige Paolo Quintana, y la Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones (FECEM), están trabajando en la idea de realizar un cuadro tarifario particular para cada una de las distribuidoras, donde se tenga en cuenta la realidad de los diferentes casos y se establezcan valores que permitan cubrir los gastos, invertir y prestar un servicio de calidad.
La iniciativa surgió por pedido de la FECEM ya que cada distribuidora tiene condiciones diferentes para brindar el servicio. Por ejemplo, en Posadas, Energía de Misiones tiene entre 20 y 50 conexiones por cuadra, y mucho más cuando hay edificios. En cambio, en el resto de los municipios, muchas cooperativas deben llevar el tendido eléctrico por kilómetros para llegar a dos o tres usuarios. Las distancias generan costos adicionales que no están contemplados en las tarifas. Y ello significa que algunas tienen déficit más grandes que otras.
La idea está en la etapa de contratación de una empresa privada, que sería de Córdoba, para realizar el estudio de cuadro tarifario apto para cada zona.
El Secretario de Energía explicó en exclusiva a PRIMERA EDICIÓN que “se busca determinar los montos necesarios para garantizar el suministro, el funcionamiento del distribuidor bajo las determinadas condiciones de calidad de servicio, por primera vez en la historia se habla de calidad de servicio y que tenga el menor costo para el usuario”. “Hoy en día no tenemos un marco de referencia, estamos hablando en el aire. Hoy para industrial, residencial, la tarifa es la misma en Posadas o el interior”, señaló.
Tres ejes para 2020
El Secretario de Energía detalló tres ejes que se trabajarán este año como prioridad, por pedido del gobernador Oscar Herrera Ahuad: eliminar la energía delivery, fomentar las energías alternativas e incorporar tecnología.
En el primer caso, el funcionario remarcó que se destina un presupuesto demasiado elevado para comprar gasoil para quemar en tres plantas de generación térmica (alrededor de $100 millones al año que equivale a la mitad del presupuesto anual de su cartera). Y aclaró que “la energía delivery tendría que funcionar como sistema back up, como un generador que entra en funciones cada vez que se corta la luz. Hoy está generando a full todo el tiempo. Por eso la queremos reemplazar por la energía alternativa”, dijo.
Sobre las fuentes de energía alternativa, Quintana enumeró que las prioridades son solar y biomasa.
“Tenemos potencial pero debemos medirlo. Sabemos que tenemos el sol y residuo de industria, pero nadie midió cuánto recurso podemos generar, sólo estimaciones”, expresó. Una vez que se realicen los estudios correspondientes se definirá la conveniencia. Pero explicó que “Misiones tiene un pico de demanda a la siesta y es el horario que más energía solar se puede obtener. Entonces con paneles fotovoltaicos se podría atenuar el pico de demanda”. El pico de mayor consumo en 2019 fue en enero a las 14.30 y en 2018 fue en febrero a las 13. Al respecto, Quintana se lamentó que “hay zonas de Misiones donde los aserraderos se turnan para trabajar porque no tienen suficiente capacidad, pero a la vez están quemando la pila de aserrín al costado de la ruta”.
En este sentido dijo que la idea es instalar plantas de biomasa “por escala”. “Por ejemplo una planta grande en una zona donde haya muchos aserraderos, que haya poca distancia para traer el recurso”, dijo y comentó que “en Virasoro entran 70 camiones cargados de aserrín por día hacia la planta, se adecuaron los caminos y generaron las condiciones. Después hay que ver plantas medianas y chicas para otras zonas”.
Sobre incorporar tecnología, dijo que “la propuesta está apuntada a los usuarios”. La principal idea es brindar créditos blandos a todos los que quieran contar con calefones solares o paneles fotovoltaicos en sus viviendas. “Serán fabricados por proveedores misioneros, cumpliendo las especificaciones y condiciones técnicas en un pliego, y se brindará la instalación, garantía y servicio pos venta”, indicó. Recalcó que “lo más positivo es que el monto de la cuota se calculará en base al ahorro de energía de cada usuario. Vamos a medir cuánto ahorró en energía y eso va a ser la cuota”.
Planta piloto de gas
El funcionario también dio detalles de la planta piloto de GNC y GNL (Gas Natural Comprimido y Gas Natural Licuado) que está en estudio y se pretende instalar en Misiones para abaratar los costos del combustible y disminuir el impacto ambiental de la actividad humana.
“Estamos en proceso de verificar donde puede estar radicada, si en la ciudad o afuera, poniéndonos al tanto de las exigencias y certificaciones de ENARSA e YPF”, dijo Quintana, quien remarcó que el desafío central pasará por cómo estoquear y de donde traer el gas.
Contó que la idea de la planta nació a la vez que apareció el yacimiento de Loma La Lata, cerca de Vaca Muerta, “una reserva que sirve a 300 años para abastecer al consumo de Argentina y exportar”. Explicó que “Enargas empezó a hacer las normativas para aprovechar esto y nosotros tenemos que estar preparados y en condiciones para cuando esto fluya y permita su aprovechamiento, teniendo en cuenta que no tenemos gasoducto y que es una oportunidad para desarrollarnos”.
Redes eléctricas
A mediano plazo, Quintana contó que la prioridad de la gestión es un plan de obras de transmisión y distribución de energía que demanda una inversión de más de 600 millones de dólares, que brindaría solución a todo el anillo energético provincial para las próximas décadas.
“Tenemos la zona del Alto Uruguay que no tiene transmisión, sólo distribución” se lamentó y aclaró que “hay un proyecto de obra desarrollado con líneas calculadas, San Isidro-Alem-Oberá pero las condiciones no fueron las ideales en el último tiempo”. “Para ese tipo de inversión y trabajo sí o sí necesitamos el acompañamiento de la Nación, nosotros solos no podemos”, señaló.
La obra principal es llevar una estación transformadora de 500 Kv hasta Fracrán, además se deben construir líneas de 132 Kv de doble terna (por seguridad, por si corta una línea) y las redes necesarias para distribución, principalmente en el Alto Uruguay y zonas donde no llega la electricidad o donde no hay posibilidad de crecimiento productivo.