La Casa Blanca, en tanto, informó que el presidente Donald Trump se encuentra siguiendo las noticias sobre el ataque aéreo. “Somos conscientes de los informes de ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak. El Presidente ha sido informado y está monitoreando la situación de cerca y consultando con su equipo de seguridad nacional”, expresó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
El ataque a la base se produjo también después de que distintas milicias pro-Teherán en Irak prometieran unir fuerzas para “responder” al operativo estadounidense que mató al general iraní y al principal comandante iraquí Abu Mahdi al-Muhandis en Bagdad la semana pasada.
La base Ain Al Assad es la mayor de las bases militares de EEUU, ubicada en la provincia del occidente iraquí de Anbar. Fue utilizada por las fuerzas estadounidenses desde el despliegue militar en el país en el año 2003 que terminó con el gobierno de Saddam Hussein.