
Para estudiar una carrera universitaria muchos jóvenes que no contaban con la posibilidad de pagar alquileres en otras ciudades encontraron una respuesta en el Programa Provincial de Residencia Estudiantil. A través del Ministerio de Desarrollo social, se gestionan espacios para que los alumnos residan y de esa forma puedan trasladarse desde distintas localidades de la provincia en busca de una formación académica. Este viernes tuvieron un reconocimiento al esfuerzo los doce egresados del 2019 que durante la cursada de su carrera vivieron en los albergues.
Fueron médicos, ingenieros y profesores los que se sumaron a la larga lista de profesionales formados gracias a la asistencia del Estado por su alto rendimiento académico.
El Programa provincial Residencia Estudiantil actualmente alberga a 253 estudiantes en las cinco residencias estudiantiles que mantiene la provincia. Tres de ellas en Posadas, una en Oberá y la quinta en la provincia de Corrientes, en Capital.
Entre esos jóvenes, el posadeño Fernando Elías Ayala acaba de finalizar la carrera de Medicina Universidad Nacional del Nordeste en Corrientes Capital: “Mi familia está sumamente orgullosa y tengo ahora mis dos hermanos estudiando Medicina y el otro Abogacía gracias al sistema de albergues”, contó a PRIMERA EDICIÓN.
Acerca de la residencia para estudiantes añadió que “esta es una oportunidad muy grande para las personas que no tienen los recursos suficientes, más teniendo en cuenta que hoy todo está tan caro. Siendo de Posadas y con tres hermanos, fui el primero que pasó por un albergue. En la carrera ingresé en 2012 y me costó bastante el ingreso pero por suerte pude llevar la carrera al día, lo cual me dejó muy feliz”.
Acerca de su estadía en Corrientes, Ayala indicó que “al principio el desarraigo hace que todo cueste un poco más, porque no es nada fácil irse. Pero todo depende de la convicción de cada uno lleva a seguir y aguantar. La convivencia en el albergue fue muy buena porque eras casi todos de la misma edad. Si bien por ahí hay roces entre las personas, después resultamos ser como si fuera una gran familia”.
Por su parte, Melina Rafaela Ahedo recordó cómo llegó a Posadas desde Ruíz de Montoya, ubicado departamento de Libertador General San Martín, para convertirse en profesora de Letras: “Vine en 2014 a estudiar en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM. A principios de ese marzo me inscribí en el albergue que está por Salta gracias a que mi hermana también había pasado por ahí durante su último año de la carrera del profesorado de Matemática. Ella tampoco sabía del programa y se enteró por unas amigas para llegar hasta ahí”.
Asimismo, detalló que “durante el primer año me costó muchísimo adaptarme porque venir desde un pueblo como Ruiz de Montoya es encontrarse otra realidad en esta ciudad. Gracias a que viví en el albergue conocí a muchas otras chicas que me incentivaron a seguir. En ese momento tuve el conflicto de no saber si volverme o no porque tenía mucho miedo. Por suerte tuve a mis amigas conmigo, como mi compañera de pieza del albergue que ahora también se recibió de profesora de matemática”.
Respecto al programa de residencias estudiantiles señaló que “gracias a él pudimos vivir en Posadas ya que alquilar es muy difícil. En mi familia somos cinco hermanos, ahora dos ya egresamos y una de mis hermanas salió de la secundaria y está viendo la posibilidad de estar en el albergue”.