En pocos días será navidad, la fecha más esperada por los chicos que esperan con ansias sus obsequios debajo del árbol. Es por eso que el Hospital de Juguetes trabaja contrarreloj para que todos los niños de la provincia puedan tener sus regalos.
Silvia Moreno, fundadora del hospital, en diálogo con “El aire de las Misiones” de la 89.3 FM Santa María de las Misiones, contó que se vienen preparando desde que finalizó el Día del Niño, pero que el tiempo es muy acotado y -además- se están quedando sin juguetes.
“Lamentablemente estamos rechazando pedidos porque ya no tenemos tanta cantidad de juguetes, pero seguimos a full”, indicó.
“Desde el día siguiente al Día del Niño empezamos a trabajar para llegar a navidad y reyes. Lo que pasa es que entre estas fechas hay muy poco tiempo, y esta es una tarea de reciclaje que lleva muchísimo tiempo”, explicó Moreno.
Y es que a lo largo del año los integrantes del Hospital de Juguetes se esfuerzan por reparar los miles de juguetes que reciben en su taller ubicado en Martín Fierro 3825, ya que más allá de estas fechas especiales, constantemente acercan donaciones a escuelas e instituciones.
“Siempre trabajamos como locos a full, para tratar de entregar la mayor cantidad de juguetes. El último Día del Niño entregamos 7.609 bolsas de juguetes”, contó.
Moreno indicó que, de momento, cuentan con reservas para donar juegos a los patios de las escuelas y las iglesias, “pero lo que son ‘juguetes chicos’, como muñecas y camiones, ya estamos al límite, y nos quedan por entregar unos 20 pedidos para iglesias, comedores y merenderos“.
Es por eso que constantemente piden donaciones para continuar con su gran labor. “Nosotros únicamente trabajamos con donaciones de privados, por ahí algunas instituciones hacen colectas en un día específico para ayudarnos, pero el Hospital de los Juguetes sin las donaciones de los privados no existiría”, destacó.
“Brazos, cabezas, piernas de muñecas, ruedas, todo eso nos viene fantástico, no tiren nada, traigan todo, esa es la idea”, continuó.
Además, recordó que trabajan con muchas ONG en colaboración, por lo que también reciben otras donaciones como ropa para bebe, cunitas y cochecitos. “Como nosotros estamos muy de cerca con los chicos hacemos de intermediarios para las oenegés, por eso la ropa de bebé, de embarazada, los cochecitos y esa gama de cosas son muy bienvenidas“, contó Moreno.
El Hospital de Juguetes funciona en Martín Fierro 3825, entre las avenidas Tomas Guido y San Martín, de 8.30 a 12 y de 14 a 17. Además, para facilitar la donación de juguetes, han colocado los denominados Puntos oficiales de Recepción de Juguetes, que se encuentran en diferentes puntos de Posadas, para que las personas puedan acercar las donaciones al lugar más cercano de su hogar.
También pueden comunicarse a través de sus cuentas de Facebook, Instagram y correo electrónico: [email protected]
Un trabajo de equipo
Siempre que Silvia Moreno habla del Hospital de Juguetes lo hace en plural, destacando que el trabajo que hacen sería imposible sin los voluntarios que se acercan a dar una mano.
“En este momento somos tres mujeres y un hombre. Esto es muy cambiante, la gente viene cuando puede, el tiempo que puede y los días que puede, pero digamos que tenemos en total unos diez voluntarios”
Pero debido a la gran repercusión que ha tomado el hospital, Moreno resaltó que se necesitarían más colaboradores. “Con la magnitud que ha tomado el hospital, y con las necesidades que tiene el país y en especial la provincia, nos haría falta a lo mejor unos 40 voluntarios, para que esto se mueva fluidamente”
Por lo que la directora invita a todas aquellas personas interesadas a acercarse al Hospital de Juguetes, destacando que no es necesario tener grandes conocimientos técnicos. “Hay muchísimo para lavar, ordenar, pintar, coser, poner ruedas. El que entiende de pilas y soldaduras es espectacular y el que no entiende nada también es bienvenido, porque hay millones de cosas que hacer que no requieren conocimientos, desde colgar la ropa de los muñecos, hasta las cosas más complicadas como arreglar bicicletas”, indicó.
“En definitiva tener ganas, se trata de ponerle voluntad y polenta. En general los voluntarios quedan comprometidos, porque es un lindo trabajo y después uno toma dimensión de cómo puede ayudar sin nada más que ponerle ganas“, cerró.