Seis internos en la Unidad Penal I de Loreto cumplen condena dentro de un gallinero en la huerta del presidio. Cinco incidentes dentro de comisarías de cinco localidades misioneras fueron repelidos con gas pimienta o lacrimógeno. Casi la totalidad de los menores judicializados y alojados en la UP-IV padece trastornos de adicción al consumo de estupefacientes. Casos de contagios de sarna, lepra, tuberculosis y sífilis aumentaron de manera alarmante.
Las condiciones de encierro de condenados y procesados detenidos en Misiones fueron cuestionadas este lunes por tercer año consecutivo por la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT).
Los integrantes de este organismo, creado por la Cámara de Representantes de la Provincia, presentaron el nuevo Informe Público Anual (IPA).
Eduardo Magno Scherer, presidente de la CPPT, encabezó la presentación ante referentes judiciales como la ministra del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Liliana Picazo, el camarista del Tribunal Penal de Eldorado, Atilio León, el ministro coordinador de Gabinete, Víctor Kreimer, y los subjefes de la Policía de Misiones y del Servicio Penitenciario Provincial, entre otros actores sociales y funcionarios.
El informe resalta el hacinamiento en comisarías y unidades penales y el precario servicio de salud y de alimentación para los internos.
“En Loreto hay seis internos durmiendo adentro de un gallinero”, destacó como ejemplo Scherer.
Otro ejemplo señalado fue el de quince casos de internos con sarna en la unidad penal de Cerro Azul. En cuanto a la enfermedad de contagio, también se remarcó que la CPPT detectó casos en comisarías.
También resaltó el IPA que el pabellón de inimputables en Loreto “presenta un franco deterioro en su estructura, falta de camas, colchones, frazadas, vestimenta, elementos de higiene personal, atención médica y psiquiátrica continua. La provisión de los alimentos se entrega a cada interno en bolsitas, recipientes plásticos o en las manos de los mismos pacientes. La situación de abandono es alarmante. Hay presencia de orina y excremento en todo el contexto de encierro, humedad permanente en donde habitan, como también ausencia de atención médica y psiquiátrica y escasez de medicamentos”.
Transcurrido el pantallazo del nuevo IPA, la ministra del STJ Liliana Picazo fue tajante y directa en reflejar su sensación y proponer salidas a la problemática: “Estamos peor que antes y si los titulares de los poderes del Estado no se sientan a charlar, no habrá solución. Se necesita trabajar con mayores presupuestos, no sirve preguntar a los jefes policiales y penitenciarios sobre estos problemas porque es evidente que no cuentan con los recursos para revertir la situación”.
Picazo también resumió: “No podemos hacer nada si no nos dan los elementos suficientes, pero también como funcionarios de cada poder debemos manifestar nuestra cuota de solidaridad. Los presos y los inimputables no votan y evidentemente no están en el ‘top ten’ de las prioridades”.
“En las cárceles hay sífilis, lepra y tuberculosis y yo no me quiero sentar más a charlar sobre esto, me quiero parar y hacer, pero no con operadores de segunda y tercera línea: con las cabezas de los poderes debemos realizarlo”.
“Todos los años es el mismo informe y seguimos cada vez peor. Hay que mejorar la ley de salud mental urgente, no podemos tener meros depósitos de enfermos mentales y pastilleros. Se necesita de un centro de salud mental integral”.
La Ministra cerró de manera contundente el encuentro: “Como primera acción, cada uno aportemos un día o elementos de los que podamos aportar al menos para limpiar las cárceles, usemos la manguera para limpiar la sarna y no para golpear a los internos”.