El martes, los seis hermanitos misioneros emprendieron viaje rumbo a La Rioja, ya que esperan ser adoptados por una pareja de allí. La noticia del caso se había conocido en octubre último, cuando el matrimonio fue informado que iban a comenzar el proceso de vinculación con los pequeños.
Los ocho miembros de la nueva familia son, además del matrimonio, los hermanitos de 3, 4, 6, 9, 11 y 13 años, sobre quienes la Justicia había decidido, hace cosa de dos años, ponerlos en situación de adoptabilidad.
Para buscar a los niños, la pareja había llegado a la tierra roja hace unos 10 días, donde permanecieron en un lugar dispuesto como “neutro” para realizar la vinculación con los chicos que estaban bajo los cuidados del personal en el Hogar La Buena Semilla. “Fue la primera vez de la pareja en la provincia”, aseguró Ruth Analía Bothner, licenciada en psicología y directora del hogar.
“¿Ustedes van a ser nuestro papá y nuestra mamá?”
“El primer encuentro de la pareja con los chicos fue en el Hogar”, contó y agregó fue ella la primer testigo del encuentro: “Es mi trabajo, en el proceso de vinculación estoy presente como observadora no participante para ver cómo se dan las cosas porque no siempre salen bien. Una vez que vemos que la relación fluye, nos podemos distanciar más de la situación”.
“¿Ustedes van a ser nuestro papá y nuestra mamá?”, preguntó el más grande al momento de conocerlos. “Yo casi me largo a llorar y la mamá se tuvo que dar vuelta y respirar hondo antes de decirle que sí”, manifestó la licenciada y agregó que “a los más chicos los fuimos a buscar a la escuela y le habían hecho cartitas y dibujitos a sus nuevos papás”.
“Fue el primer encuentro más emocionante que he visto en toda mi vida”, afirmó y continuó: “lo que pasó con este matrimonio es un milagro”.
Éxito en la vinculación
Con mucha emoción Bothner, a cargo de todos los hogares que tiene La Buena Semilla en Misiones, también comentó su felicidad “por el éxito de la vinculación, la valentía y amor que demostró la pareja” al animarse a adoptar una familia numerosa y aún así darles calor de hogar a todos los chiquitos.
“Que linda la acción de este matrimonio que asumió un desafío que no es nada fácil, los niños también aceptaron ese desafío que hoy se convierte en una oportunidad de volver a tener una casa, una mamá y un papá”, se alegró.
“Querían un nuevo comienzo”
La directora del hogar también se mostró satisfecha con lo sucedido, ya que es una manera de cumplir el objetivo con el cual trabajan, aunque confesó que “al comienzo estábamos un poco temerosos porque eran padres primerizos e iban a tener seis hijos de golpe. Nos preguntábamos si iban a poder hacerlo”.
“Estos chicos llegan al Hogar quebrados por las duras experiencias en sus cortas vidas y aquí se trabaja para recomponer su alimentación, su salud y otras necesidades, además de verlos como sujetos de derecho con sus personalidades bien marcadas. Se trata de darles apoyo y herramientas que serán importantes para superar lo vivido y que no influya en sus progresos y posibles vinculaciones”, señaló la directora.
“Aquí hubo un trabajo muy duro desde un principio, y no sabíamos qué iba a pasar con ellos y luego de todo un proceso estamos viendo que están llegando a la aspiración de tener una familia”, se alegró.
Finalmente, Ruth Bothner destacó que “ellos se arriesgaron como niños que son, y cuando se les preguntó qué querían ellos dijeron que no querían volver a la misma vida de padecimientos que deseaban una nueva familia y ahora tienen una oportunidad de lograrlo”.
“La mayoría quiere hijos de hasta no más de cinco años”
Ruth también habló de otro caso similar, donde cuatro hermanos de entre 4 y 16 años siguen esperando ser adoptados. “Cuesta mucho encontrar padres candidatos para adoptar, la mayoría quiere hijos de hasta no más de cinco años”, se lamentó.
Con respecto a los niños que quedan en el hogar, la licenciada explicó que “este año hemos trabajado muy duro con el juzgado y todas las instituciones sociales y nos quedan cinco chicos. El año pasado, en la misma fecha, teníamos 30”, aclaró.