Un singular proyecto va tomando forma en pleno corazón de Miguel Lanús, muy cerca del río Paraná. Allí, en un predio ubicado sobre la calle Teniente Roberto Estévez casi Presidente Perón, la posadeña Cristina Siry empezó a dar forma días atrás a lo que será próximamente la primera “Guardería de Árboles Autóctonos de Misiones”.
El boceto original de este ambicioso diseño incluye algo más grande y multidisciplinario, que apunta a chicos, jóvenes y adultos.
Para llevar adelante una arista de este desafío, el pasado sábado Cristina dio el primer paso al plantar en el lugar trece especies de árboles autóctonos como lapacho blanco, lapacho amarillo, chivato, cañafístola, lluvia de oro, jacarandá, palta y varios frutales.
Junto a esta guardería, la primera en su tipo en la tierra colorada, habrá una huerta orgánica y un espacio para la preparación de abono.
“En la década de 1940, antes de que yo naciera, mi padre realizó una inversión con un dinero que tenía y compró unos lotes en Villa Lanús. Una vez que tuve conocimiento del terreno, siempre tuve el sueño de hacer algo allí para los niños”, relató a PRIMERA EDICIÓN esta emprendedora y ambientalista.
“Siempre tuve esa idea en la cabeza, hasta que conocí a Violeta Nestor, quien justamente trabajaba con niños y cerca de allí, toda una casualidad. Así nos propusimos entre las dos trabajar en Villa Lanús, dando inicio a un enorme proyecto ambiental y multidisciplinario, con un enfoque especial en los chicos y jóvenes, pero sin dejar de lado a los mayores”, agregó.
“Un instante mágico”
Siry comentó que “el proyecto de la guardería de árboles es una idea que nació en India, junto a los niños, enseñándoles a plantar, a cuidar la planta, a seguir su crecimiento y una vez que esté en condiciones de ser trasplantada, llevarla a otro lugar para depositarla en una plaza, una escuela, un club, un hospital, etcétera. Esto se transformó en un movimiento mundial que me encantó poder ponerlo en práctica en Misiones”.
“El sábado, al plantar los árboles, para mí fue un instante mágico, ya que me dije: acá es el lugar donde tiene que funcionar la guardería y enseñar a los chicos. Sé que no va a ser fácil, pero lo vamos a llevar adelante con mucha alegría y pasión”, destacó.
Remarcó que “amo la naturaleza, soy posadeña y amo Misiones. Estoy entusiasmada con este proyecto, que es mucho más amplio y que no abarca únicamente la educación ambiental: también incluye varias líneas educacionales, de aprendizaje y contención como ser una biblioteca, talleres de educación emocional, educación física, música, canto, apoyo escolar, merendero, entre otras actividades, incluido un jardín dentro de un proyecto abarcador que se llama Sincronía”.
La parte ambiental la llevará adelante Cristina Siry, quien estará los jueves en el lugar, mientras que la otra parte la tendrá a cargo Violeta Nestor, quien dirá presente los sábados.
“Vamos a dar a los pequeños una copa de leche, pero queremos que los chicos se anoten y cumplan horarios, porque lo que vamos a buscar es que el lugar sea más que un merendero, un lugar donde los pequeños y no tanto puedan conseguir herramientas para crecer, desarrollarse y también recibir contención”, destacó Siry.
Además, “habrá lugar y actividades para los grandes con la biblioteca, la guardería de Árboles, la huerta y algunos talleres en los que quieran participar y aprender”.
Plantar, pintar y jugar
En la zona hay muchos niños de escasos recursos y “con ellos armamos el sábado una jornada de pintura, plantación y juegos, con la colaboración de muchas manos solidarias que acompañaron. Hay un montón de cosas para hacer, pero es el comienzo de una buena obra que, con la ayuda de Dios y las personas que se acerquen, llegará a ser un gran espacio de amor y felicidad”, se emocionó Cristina Siry.