Después de más de dos décadas sin mantenimiento, comenzó la reapertura del acceso a la aldea Caramelito de esta ciudad, dentro de la Reserva Guaraní de la Universidad Nacional de Misiones.
Son un total de seis kilómetros de camino terrado que conectan a esa población con la ruta provincial 15.
Hacía varios años que los aldeanos reclamaban la reapertura de la arteria para que pueda entrar al menos un vehículo 4×4 de Salud Pública.
Finalmente, la semana pasada, la Unidad Regional IV de la DPV, con asiento en San Vicente, comenzó el trabajo de apertura del camino con máquinas contratadas a una empresa privada.
Un largo peregrinar
La aldea Caramelito está en el medio de la reserva Guaraní de la Universidad Nacional de Misiones, a 38 kilómetros de la ruta nacional 14. Allí viven cinco familias, asentadas en el lugar desde hace unos 40 años.
Antes eran más, pero fueron emigrando precisamente por las dificultades para acceder al lugar, según reconoció a PRIMERA EDICIÓN el cacique Elvio Olivera.
El propio líder de la comunidad encabezó el reclamo de los pobladores durante años. Primero recaló en la Municipalidad de El Soberbio, desde donde lo derivaron a la Dirección Provincial de Vialidad.
Primero le pidieron una autorización del Ministerio de Ecología y de la Universidad Nacional de Misiones, ya que la apertura del camino debía hacerse dentro de una propiedad privada y por una zona de bosques nativos.
Olivera concretó los trámites, pero aún así no llegaba la solución. A mediados de este año intervino el Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia y desde Vialidad Provincial aceleraron los trabajos para llegar al lugar antes de fin de año.
El jefe técnico del ente provincial en la Capital de la Madera, Carlos Da Silva, admitió a este Diario que “teníamos pendiente la reapertura del acceso a la aldea Caramelito desde el año pasado, cuando se contactó con nosotros el cacique Elvio Olivera. Teníamos programado entrar a reparar la ruta provincial 15, entre la Costera 2 y la nacional 14, cerca de la mitad de este año; pero muchos días de lluvias en el segundo trimestre nos atrasaron en otros lados y recién pudimos hacerlo hace un mes. Ahí pudimos responder al reclamo de los mbya”, justificó.
“Tuvimos que esperar a que la empresa que contratamos tenga en la zona una máquina retro grande para poder entrar. Con las niveladoras chicas iba a ser imposible”, explicó Da Silva, quien anunció que “hay dos arroyos que cruzan el camino y vamos a dejarlos preparados para que puedan cruzar por la zona de correderas. No son profundos, así que una camioneta va a poder atravesar sin problemas”.