Quien te enfada, te domina”, muchos aseguran que la frase le pertenece a Siddharta Gautama (Buda). Pero, esta afirmación ¿es correcta?
En algunas ocasiones nos enojamos porque alguien no nos respondió como lo esperábamos, o nos molesta su comportamiento. El punto es que en esos momentos le otorgamos poder a esa persona o a esa situación. Pero ¿por qué? Simplemente porque logra desequilibrar nuestras emociones.
Y si bien es imposible controlar lo que otros dicen, hacen e incluso cómo se desarrollan ciertas circunstancias, lo que sí podemos dominar es nuestra actitud y reacción hacia ello. Por supuesto no es sencillo, la verdad es que lleva mucho trabajo identificar, en medio del enojo, por qué respondemos de esa forma y cómo podemos calmarnos.
Para la coach motivacional, Natalia de las Nieves, colaboradora de Revista SextoSentido, el enojo “es aquella emoción que parece dominarnos y que irrumpe sin control arrollando nuestro bienestar, causando desequilibrio no sólo a nivel mental sino también corporal”.
Sin duda este sentimiento invade nuestro cuerpo “de tal manera que nos puede hasta causar enfermedades y ataques de pánico”.
Pero ¿dónde se origina el enojo? Para la profesional “la emoción que comienza y es sustituida por el enojo, es la tristeza; la tristeza de algo que nos lastimó o nos dolió, por algo que esperamos que fuera de tal manera y no lo fue, por algo que no sucedió como queríamos”.
Sin embargo, “esta emoción puede venir arrastrándose desde la infancia: por la falta de atención, de comprensión, de valores impuestos y no aceptados, por mandatos familiares, por deseos y sueños frustrados, etc”.
De las Nieves señala que “las personas que se enojan fácil, por lo general ya están habituados a esta emoción y suelen tener períodos de nerviosismo prolongados afectando no sólo a su salud física sino que a todas sus actividades y relaciones”.
Claramente el enojo es una energía que no desaparece y por lo tanto hay que buscar la forma de canalizarla de manera saludable.
Pero a veces, enojarse puede ser bueno para la salud.
Así es, la psicóloga Cecilia Castillo, también colaboradora de nuestra Revista, señala que “el enojo es una emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable”.
No obstante, la profesional aclara que cuando perdemos el control de esta emoción “puede ocasionar muchos problemas con el entorno que nos rodea. Al enfadarnos, negamos una realidad que no nos gusta y nos duele y es, por ello, que reaccionamos con rabia -si podemos, hacia fuera, y si no, hacia dentro-”.
Lo cierto es que siempre que nos enfadamos “algo se altera y al atacar, mostramos una actitud de defensa. El problema es, que esta defensa, primero se dirige contra nosotros mismos, ya que se trata de una emoción negativa y destructiva, con incidencia directa en nuestro estado físico y mental. La forma natural e instintiva de expresar el enojo es responder de manera agresiva.
Entonces, el enojo es una respuesta natural “que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados”.
Por lo tanto, precisa Castillo que “para sobrevivir es necesario un determinado grado de enojo. Expresar tus sentimientos de enojo con firmeza pero sin agresividad es la manera más sana de expresar el enojo”. Y para hacerlo debemos aprender cómo dejar en claro “cuáles son tus necesidades y cómo realizarlas sin lastimar a otros. Ser firmes no significa ser prepotente ni exigente; significa respetarse a sí mismo y a los demás”.
Tips de cambio
• Haz ejercicios, es la mejor manera de canalizar el enojo, quita tu rabia en algún deporte que te sea viable: caminar, trotar, alguna actividad de salón.
• Escribir tus pensamientos, meditar, practicar la respiración consiente, hablar con alguien de confianza, pero siempre buscando la forma de sacar hacia afuera aquello que va quemando por dentro.
• Si al gestionar el enojo te sientes triste, no te preocupes, sentirlo es saludable, todos los sentimos en algún momento. Lo malo es intentar reprimirlo, esconderlo. Por Natalia de las Nieves.
Por
Susana Breska Sisterna
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Producción fotográfica: J. C. Marchak
Modelos: Germán Almada, Luciana Alicia Seidel y Micaela Weber: Agencia: Mónica Hein.
Peinados: Natalia Ocampo HairStyle.
Maquillaje: Regina Cosméticos.