La instrucción del expediente por la muerte del ingeniero Roberto Andrés Ríos (58) podría presentar cambios durante los próximos días, entre otros aspectos fundamentales, por la apelación a la excarcelación otorgada por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, al único sospechoso que tiene la causa, de 60 años y cuñado de la víctima fatal.
La fiscal de Instrucción 3, Adriana Herbociani, aguarda la notificación (podría concretarse mañana) del beneficio otorgado al imputado provisoriamente por “homicidio simple”. La liberación se concretó el viernes 4 de octubre y la opinión que emitió oportunamente Herbociani a este pedido de la defensa fue de rechazo.
Barajando la postura de antelación de la funcionaria y según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la apelación se presentaría tras el análisis de la notificación de la excarcelación concedida.
Entre los fundamentos que podría oponer la fiscal, se destaca la gravedad del delito, el “homicidio simple” (con pena entre ocho y 25 años de prisión según el artículo 79 del Código Penal) genera una presunción latente de fuga o entorpecimiento de la investigación.
Pero en cuanto a la evolución del proceso, en el punto de instrucción de este expediente aún restan testimoniales que no fueron evaluadas e informes clave.
Una de las fuentes que contactó este Diario fue tajante: “No se sabe cuántas puñaladas sufrió la víctima porque el informe completo de la autopsia no se presentó aún”.Restan pericias y registros solicitados de cámaras de seguridad y voces de testigos que vieron juntos a Ríos y a su presunto victimario.
Con el sospechoso en libertad, el riesgo de entorpecimiento sería evidente, según las voces escuchadas en pasillos judiciales. Vale aclarar que la fiscal recibiría con la notificación de la liberación, el expediente en trámite para definir los pasos que tomaría.
“Podría fugarse”
El miércoles 9 de octubre, familiares de Ríos se presentaron en la causa como querellantes. Bajo el patrocinio legal de Julio Lenzken, solicitaron sean incorporados a la instrucción y puedan aportar pruebas, evidencias o solicitar medidas.
El letrado expresó que la liberación del sospechoso causó “profundo dolor en la familia” de la víctima.
“La preocupación de fuga y que no se someta a la Justicia es evidente”, resaltó pero agregó que presentarán su rechazo a la excarcelación otorgada a la par de la solicitud de siete llamados a testimoniar, entre ellos tres personas que relataron en sede policial lo que vieron y oyeron durante la noche del ataque. “Vamos a colaborar con la investigación, se necesita determinar si fue o no premeditado el crimen”.
Defensa
La defensa del imputado sostuvo en su planteo de excarcelación, que su defendido acarrea problemas de salud que no podría enfrentarlos en una celda de detención. Sufriría una patología cardíaca que le requirió de tres intervenciones, más precisamente la colocación de tres stents coronarios, o dispositivos para desobstruir arterias. Se especula que los próximos pasos en la causa apuntarán al pedido de cambio de imputación, de “homicidio simple” a “exceso en legítima defensa” (inciso sexto del artículo 34 del CPA).
Para ello sostendrían que previo a la estocada letal, existió una discusión iniciada por Ríos, que la continuó con golpes de puño y que la reacción de su defendido fue tomar un cuchillo que guardaba en la guantera de la puerta de su vehículo e intentar defenderse.
Roberto Ríos, ingeniero y reconocido ambientalista misionero, murió por el shock hipovolémico que le provocaron las heridas de arma blanca en el abdomen durante la madrugada del domingo 15 de septiembre frente a la vivienda de su familia sobre calle Sarmiento casi Jujuy, en el microcentro posadeño.
El ataque, según los elementos que obran en la causa, fue efectuado por el esposo de su hermana, con quien había salido esa noche. A las 4 aproximadamente, testigos oyeron gritos presuntos de una discusión y pelea.
Un vecino que regresaba a su hogar halló a Ríos en la calle boca abajo y suplicando ayuda. A los pocos minutos y pocas cuadras de allí, sobre calle Entre Ríos casi San Luis, el supuesto agresor de 60 años era detenido a bordo de una camioneta blanca, Renault Oroch, con múltiples rastros de sangre aún fresca.