Hasta anoche no había sospechosos detenidos por el crimen del carpintero Rodrigo Alvez, de 35 años. La policía mantenía la hipótesis de un ajuste de cuentas, aunque tampoco descartaba otras líneas investigativas, como ser un caso de ribetes pasionales.
Tal como adelantó ayer en forma exclusiva PRIMERA EDICIÓN, Alvez fue hallado el pasado sábado a la tarde a un costado de la ruta costera 2, con un tiro en la nuca (propio de las ejecuciones) y signos de haber recibido una golpiza.
Al hombre, el o los autores del hecho le sustrajeron su teléfono celular. Una moto que pidió prestada un compañero de trabajo, una Kymco de 110 y un casco, fueron hallados cerca de su cadáver.
Además, entre sus pertenencias encontraron una caja de preservativos (que estaba dentro de uno de los bolsillos de su buzo), una billetera con algo de dinero y con su DNI que acreditó su identidad.
Fue ese sábado a las 17 que un circunstancial transeúnte se topó con el cuerpo de Alvez. Estaba a la vista, entre unas malezas y a unos cuatro metros de la banquina. Muy cerca del lugar hay un complejo de cabañas turísticas. Hasta allí llegó una comisión policial, que realizó las pericias de rigor.
Además de los mencionados elementos, los uniformados secuestraron una mochila con una campera tipo rompevientos y un cargador de teléfono celular en su interior.
También se incautó una bolsa de plástico con varios elementos. En base a las primeras averiguaciones, se estableció que la víctima registraba domicilio en el barrio Unión de El Soberbio.
Analizan posibles secuencias
El hecho de hallarse la moto en la que la víctima se desplazaba y su casco cerca del cuerpo dan la certeza de que fue asesinado en el lugar.
Por el tiempo estimado de muerte – y que determinó un médico policial-, el crimen se produjo unas doce horas antes de su hallazgo. No se descarta la posibilidad de que Alvez haya detenido la marcha de la moto por algún motivo y fue allí que estuvo cara a cara con la persona que apretó el gatillo.
El o los atacantes lo agredieron físicamente momentos antes de ejecutarlo y huyeron dejando prácticamente a la vista no solamente el cadáver, sino también la moto, el casco y otras pertenencias, según establecieron los pesquisas.
Otra teoría indica que le pudieron cerrar el paso con otro vehículo y de esta manera Alvez perdió el control de la moto y derrapó. En esas circunstancias se produjo numerosas lesiones y, una vez malherido y sin posibilidad alguna de defenderse, le dispararon a sangre fría en la nuca.
En ese sentido, se supo que el médico de turno de la UR-VIII (con asiento en San Vicente) adelantó que presentaba como causa aparente de muerte “un traumatismo de cráneo y cara, una herida cortante en el parietal derecho, múltiples hematomas o equimosis en la espalda y hombros y una herida compatible con disparo de arma de fuego en la nuca”.
Mientras tanto, la Justicia ordenó que se realice una autopsia para determinar fehacientemente las causas del deceso, por lo que el cadáver fue enviado a la Morgue Judicial de Posadas.
Anoche se aguardaba el resultado de dicha necropsia, que podría arrojar nuevos elementos de prueba y pistas para esclarecer el homicidio.
De bajo calibre
Fuentes de la investigación confiaron que el proyectil que terminó con la vida de Alvez pudo ser calibre 22, aunque habrá que esperar el resultado de los expertos en balística de la UR VIII.
Además, trascendió en las últimas horas que los cortes que presentaba en la cabeza eran similares a heridas de arma blanca, por lo que se cree que el o los autores del crimen lo atacaron con un cuchillo o machete.
Últimas horas de la víctima
Fuentes del caso indicaron que el pasado viernes alrededor de las 13, Alvez estuvo reunido con unos compañeros de trabajo en El Soberbio, con quienes estaban levantando un muro.
En determinado momento, la víctima le pidió prestada a uno de ellos la moto, manifestándole que “quería ir hasta la casa de su madre”, quien reside en el paraje Guabiroba.
El carpintero dijo que “necesitaba avisarle a su progenitora que el turno para la resonancia magnética que ella debía realizarse en Oberá se suspendió”.
Fue entonces que supuestamente partió hacia dicho lugar. Sin embargo, con el correr de la investigación y con los testimonios recabados por la Policía, iban a surgir dos datos que describieron el viaje de la víctima hacia la casa de su madre como algo “totalmente extraño”.
Primero, que el lugar donde fue hallado el cuerpo está a más de 20 kilómetros del domicilio donde supuestamente dijo que iba Alvez, es decir, que se pasó de largo o lo podrían haber obligado a seguir su marcha por la ruta costera 2.
El segundo detalle que desvela por el momento a los pesquisas es que “Alvez se comunicaba por vía Whatsapp con la madre”. Por ello, a uno de sus hermanos le llamó mucho la atención que para avisar de la suspensión de un turno Alvez haya decidido viajar tan lejos.
En cuanto al teléfono celular del carpintero, se supo que hasta anoche no fue ubicado, por lo que personal de Cibercrimen monitoreaba y rastreaba el dispositivo.
Por otra parte, la Policía determinó que Alvez se había separado hace una semana y que era padre de dos hijas. Se informó además que no tenía antecedentes penales. Las próximas horas serán claves en la investigación.