A cuatro años de asumir en la dirección de la Escuela Normal Estados Unidos del Brasil, Jorge Rubén Barchuk, sigue acumulando denuncias por presunto maltrato y persecución a algunos docentes, padres y alumnos. Pero, también, seguiría incrementando un frondoso antecedente de conductas contrarias a lo establecido por la Ley del Estatuto Docente que, pese a que fueron denunciadas ante el Consejo General de Educación (CGE), hasta el momento no le generaron ningún tipo de sanción.
Barchuk actúa con autoritarismo desde que asumió en 2015 y, pese a las denuncias en su contra, sigue al frente de la Rectoría.
El listado de los conflictos abiertos por el funcionario es largo pero ilustra la gravedad institucional que lo atraviesa. Desde que asumió como rector, en septiembre de 2015, no asistió a ninguna reunión de la Tecnicatura Superior en Actuación: ni de docentes, planificación, tampoco a sus actos de clausura o muestras realizadas durante el año.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, los papeles presentados por la coordinadora, para ser elevados al CGE, desaparecen y nunca serían presentados, al punto que el CGE reclama que les lleguen por otra vía. Inexplicablemente y de manera aleatoria, algunos docentes se “bajan” de la formación, por lo que dejan de percibir sus haberes.
El maltrato del rector sería continuo, desde acusaciones de consumo de sustancias hasta pararse en la puerta del aula y dirigirse de manera autoritaria y pública a docentes frente a alumnos.
Hay un profesor de esa carrera, con 21 horas superiores, que tiene antecedentes psiquiátricos y varios episodios de violencia. Por ello, docentes y alumnos solicitaron al rector una junta médica, pero Barchuk se niega. En varias oportunidades pidieron intervención del CGE para el cese del maltrato y violencia hacia ellos, pero se realizan reuniones con promesas de cambio por parte del Consejo que, después, el director no cumplimenta.
El maltrato se evidenciaría de manera cotidiana y harían cada vez más difícil la jornada de los involucrados. Por temor, ninguno se anima a dar su nombre y apellido, más aún cuando el CGE ampara al polémico y cuestionado docente. Por lo bajo se cuentan ejemplo de su accionar: no deja el control remoto del aire acondicionado de la oficina común que comparten con los otros turnos; no deja la llave del baño de docentes; les prohíbe el uso de espacios comunes, como el gimnasio, para que realicen sus actividades de expresión corporal; no se dan las condiciones de limpieza en espacios donde requieren trabajo en el piso; no tienen un personal administrativo para que alumnos y docentes realicen los trámites necesarios.
Designaciones a dedo
En agosto de 2018, PRIMERA EDICIÓN ya contó que Barchuk se había autodesignado en 17 horas superior, sin respetar la lista de valoración ni patrón de interinados y suplencia. Pero, después de eso, continuó con las designaciones a dedo: una mujer con título de preceptora tiene ahora 4 horas del nivel superior de investigación; una maestra que es personal de Secretaría, se desempeña en 4 horas como maestra especial en el nivel primario; designó a un alumno del Profesorado de Educación Primaria con 10 horas de maestro especial en primaria; designó a un licenciado en Biología con 14 horas de maestro especial en primaria, entre otros.
Todas estas designaciones figuran en la planta funcional de la escuela y fueron realizadas sin el procedimiento correspondiente por padrón, y sí totalmente a criterio del rector.
En marzo de este año se jubiló la prosecretaria titular de la Normal, Ana María Ramírez. El proceso de designación de una sucesora, se demoró más de 20 días. Finalmente, le llegó el ofrecimiento a Miriam López, pero el rector le habría insinuado que no tome el cargo, ya que no le darían ayuda en nada, ni personal para colaborar con ella, ni le enseñarían el trabajo a realizar.
No obstante, López aceptó el trabajo y “comenzó a recibir notas sobre plazos, intimaciones de presentar trabajos en fechas imposibles de cumplir. Se le negó un colaborador pese a que, en el turno mañana, la Secretaría tiene siete personas apretujadas en una oficina”, contaron a este Diario. Esto motivó que la prosecretaria designada presente una nota ante el CGE, con el reclamo formal. En los últimos meses, según las fuentes consultadas, se notó cierto cambio de actitud del rector, restando tensión a la relación laboral con López.
Incompatibilidades horarias
A fines del año pasado, el directivo autorizó a la psicopedagoga institucional a cumplir todo su horario en el turno mañana. Esto es contrario a la Ley de Incompatibilidad 3010 que establece que, si un docente tiene un cargo en un turno, no puede tener horas en el mismo turno (artículo 10). La profesional en cuestión tiene un cargo similar, más 12 horas de nivel superior, cumpliendo todo en el turno mañana con la anuencia del rector cuando, por planta funcional, corresponde el cargo a la mañana y las 12 horas a la tarde. Como la vicerrectora del turno tarde hizo el reclamo correspondiente ante el rector y ante el CGE, se solucionó la incompatibilidad llevando esas 12 horas de taller pedagógico al turno noche.
Una situación de incompatibilidad similar es la de la vicerrectora, Rosalía Neris, quien debió asumir el cargo en el turno noche, pues era el que quedaba vacante por el pase de Barchuk del turno noche al turno mañana. Por ello, Neris, quien tenía 16 horas de nivel superior en el turno noche, debía tomar licencia en esas horas para poder asumir el cargo. En cambio, por un arreglo interno con el rector para evitar esa incompatibilidad horaria, desempeña el cargo de vicerrectora en el turno mañana y el rector cubre el turno noche. Neris fue intimada por el director de Personal y RRHH del CGE, Pablo Giménez, pero nada cambió.
El mismo rector está en incompatibilidad, ya que tiene un cargo de nivel superior, más 21 horas de nivel superior. Fue intimado por el director de Personal y RRHH del CGE, pero se está tomando de algunos “grises” de la Ley 3010.
Docentes sin cobrar
Una de las últimas acciones de la gestión de Barchuk perjudicó los salarios de muchos docentes. Según quedó expuesto en una reunión de profesores con la coordinadora del Proyecto Secundaria 2030, el rector no retiró los haberes de los docentes que ejecutaron proyectos durante 2018, y tampoco designó a alguien para que lo hiciera, por lo que ese dinero fue devuelto y los docentes quedaron sin cobrar.