Posadas. A pesar del sol y el calor, Adriana Ríos dijo que sentía escalofrío de la emoción al observar la cantidad de bicicletas alrededor de la suya, mientras pedaleaba para cumplir con su promesa a Itatí. En 2007 ella pidió la intercesión de la virgen para tener un hijo, ya que todos los estudios médicos indicaban que era casi imposible. Al poco tiempo el pedido se cumplió, Valeria Itatí ya tiene cuatro años y ayer acompañaba a su mami desde el vehículo de apoyo para llegar juntas hasta la Basílica en Corrientes. Adriana comentó que antes de su promesa había acompañado la peregrinación pero desde un vehículo de apoyo; hace tres meses comenzó a prepararse para poder cumplir con su promesa y llegar mañana al mediodía sin inconvenientes hasta Itatí con el grupo de ciclistas que ayer a las 4.37 partió de la Rotonda de Posadas. La columna de ciclistas que se sumó en la peregrinación Nº 32 avanzaba ocupando unos diez kilómetros en la ruta, estimaban en más de 20 mil los asistentes, y ayer minutos antes de las 8 ya habían recorrido unos 45 kilómetros y realizaban una parada para refrescarse y recargar energía. En esta oportunidad charlaron con Primera Edición para contar sus experiencias, promesas y agradecimientos a la virgen. Pocho Briñocoli (58) hace 27 años que pedalea a Itatí en grupo con su familia, Miriam su esposa es la chofer del auto de apoyo. “Venimos para dar gracias a la virgen por la salud, el trabajo, familiares y sobre todo para dejar en manos de la virgen la causa de unos amigos que están pasando por un momento difícil”, señaló. El jefe de la familia comentó que aunque se encuentra en buen estado físico siempre se prepara un par de meses antes y agradece que todos los años puede completar el recorrido sin inconvenientes. Un día antes había llegado desde Buenos Aires Darío Fernández (48), por parte de una obra social, para participar por primera vez de la peregrinación en bicicleta hasta Itatí. “La verdad que fue muy emocionante la salida, me impresionó la cantidad de gente”, comentó. Víctor González agradeció a Dios poder participar una vez más en la peregrinación. “Hace 17 años que pedaleo hasta Itatí y siempre lo hago para agradecer, la virgen nos protege mucho y estamos todos bien”, resaltó. Con un grupo de amigos del barrio Las Dolores se sumó Marta Sosa por tercer año consecutivo. “Somos quince amigos que todos los años participan, ellos hace más tiempo que yo”, contó Marta, quien destacó que el recorrido se estaba realizando de manera muy tranquila, aunque todavía faltaba enfrentar las horas más calurosas del día. Muchos grupos de amigos, compañeros de trabajo de distintas instituciones y familias de toda la provincia se sumaron a la peregrinación que en algunos tramos avanzaban de manera algo dispersa. Algunos ciclistas habían partido varias horas antes que la columna principal y otros, hasta cerca de las 8, seguían saliendo, todos con el mismo objetivo: llegar a Itatí.Remeras de distintos colores con impresiones realizadas especialmente para la ocasión resaltaban entre los ciclistas. Las fuerzas de seguridad de Posadas y Corrientes, así como la Gendarmería Nacional y ambulancias prestaban el apoyo necesario a los promeseros.Después de pasar la noche en Itá Ibaté, los ciclistas hoy a las 4.30 retomarán la marcha hacia Itatí. Las distintas paradas donde se realizan rezos, serenatas y agradecimientos a la virgen también sirven para reponerse y seguir viaje. Mucha fe, agradecimientos y emociones sobresalen durante la pedaleada, oportunidad donde prima el compañerismo entre los ciclistas para que todos puedan llegar hasta la virgen sin inconvenientes.
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